Un juez inhabilitó tres meses a un funcionario de la oficina de Migración de Sixaola, de apellido Valerio, detenido el viernes por cobrar dinero a cambio de registrar movimientos migratorios no existentes.
El Juzgado Penal de Hacienda impuso la medida ese mismo día por el delito de concusión; además, le pidió mantener un domicilio fijo, no acercarse a testigos, ofendidos ni a las oficinas de Migración.
Se presume que Valerio, con tres años de trabajar en Migración, insertaba movimientos migratorios en el sistema y sellaba los pasaportes de extranjeros sin que estos estuvieran presentes en el puesto fronterizo.
Dos estadounidenses interpusieron una denuncia porque Valerio, al parecer, les cobró dinero, por lo que la Unidad de Investigaciones de Migración inició la pesquisa.
El viernes el funcionario fue capturado mientras escondía en sus ropas siete pasaportes estadounidenses y uno canadiense. También le hallaron en su oficina otros pasaportes y varias hojas de registro de ingreso y egreso rotas. Valerio fue trasladado luego a la Fiscalía de Bribrí, Talamanca, para ser identificado por los denunciantes, dijo Steven Madden, jefe de la Unidad de Investigaciones.
El 17 de enero, un oficial de apellido Monge cayó porque, supuestamente, adulteró documentos para permitir el ingreso ilegal de extranjeros por el aeropuerto Juan Santamaría.
El 23 de febrero, se detuvo a otro oficial, apellidado Granados, en Paso Canoas, cantón de Corredores, junto con un gavilán, de apellido Calderón, como sospechosos de cobrar hasta ¢150.000 por permitir salidas ilegales del país.