Jueces afirman no ser la piedra en el zapato

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La presidenta de la Asociación Costarricense de la Judicatura, Adriana Orocú, sostuvo que los jueces no son la piedra en el zapato de las mejoras que se intentan implementar en los despachos del Poder Judicial.

Por el contrario, esta jueza civil aseguró que los retrasos en la resolución de casos y la mala gestión de despachos es multicausal y no siempre achacable al juez.

Orocú manifestó que no han encontrado resistencias por parte de los juzgadores a las mejoras ni a someterse a evaluaciones.

“Obviamente, todo proyecto para que sea existoso tiene que contar con la intervención de las personas encargadas de aplicar ese proyecto. Tiene que haber una interacción de quienes lo están gestando y quienes van a aplicarlo”, declaró.

Para ella, la evaluación de los jueces debe ser diferenciada y nunca podrá medir la calidad de una sentencia porque violaría la independencia de criterio del juzgador.

Orocú conformó una subcomisión que redactó el reglamento del Sistema de Evaluación del Desempeño del Poder Judicial, que deberá analizar la Corte Plena.

Según dijo, la política de GICA ha sido exitosa en los despachos donde se ha implementado. Además, resaltó la importancia del apoyo y asesoramiento que realizan los técnicos de calidad.

“Los jueces somos juristas y necesitamos la ayuda de los administradores para que esa administración del despacho, no del expediente, sea eficaz”.

Por su parte, Gary Amador, presidente del Colegio de Abogados, hizo hincapié en la necesidad de tener gerentes en cada despacho o circuito judicial, que se encarguen de la simplificación de procesos, trámites y medición de tiempos. Según señaló, “un abogado es más limitado a la hora de analizar procesos”.