Tribunal rebaja pena a expolicía que violó tres veces a universitaria

Jueces no vieron motivo para imponer más de pena mínima por cada delito

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Un expolicía de la Fuerza Pública pasará 36 años en prisión por violar a una universitaria, en vez de los 42 años que le había impuesto el Tribunal de San José el pasado 18 de febrero.

Así lo determinó el Tribunal de Apelación de Sentencia de Goicoechea este 2 de julio, luego de que el acusado, Mauricio Castrillo Quesada, presentara un recurso para apelar la condena.

En un principio, el Juzgado de San José señaló que el exoficial, de 38 años, cometió tres delitos de violación calificada en perjuicio de la joven universitaria, el 21 de febrero del 2010, en una calle en Sabana Norte.

Por cada una de esas faltas, le dictaron 14 años, dos años por encima de la pena mínima.

Aunque el Tribunal de Apelaciones declaró sin lugar los reclamos penales y civiles gestionados por Castrillo, también concluyó que no había motivos para que los jueces se hayan alejado del castigo más bajo por cada violación.

Según este fallo, el primer tribunal juzgador se inclinó por dictar 14 años de prisión por cada hecho, tomando en cuenta que eran graves, pues el oficial se valió de su puesto y actuó en contra de la voluntad de la víctima.

No obstante, los jueces de alzada consideraron que esos elementos ya eran parte del delito de violación calificada y no hechos agravantes.

“Entonces, suprimiendo las razones dadas por el Tribunal para justificar los dos años de más, debe concluirse que no han mediado razones suficientes y adicionales que justifiquen apartarse de la pena mínima”, se lee en la nueva sentencia, del 2 de julio.

Asimismo, ese tribunal dejó en firme un pago de ¢30 millones por concepto de daño moral a favor de la ofendida, quien ahora tiene 29 años.

Dicho monto deberá ser cancelado por el Estado, de manera solidaria, ya que Castrillo era funcionario público cuando sucedieron los hechos.

El expolicía se desempeñaba en la delegación de Fuerza Pública en Mata Redonda, San José. Fue despedido en octubre del 2012, es decir, casi dos años después de ocurrida la violación.