Dos hombres fueron capturados este martes en Las Camelias, en San José de Upala, como sospechosos de cometer violentos asaltos en viviendas de ese cantón fronterizo con Nicaragua. Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) los sujetos responden a los apellidos Hernández Flores, de 31 años y Arana Quintana, de 28 años.
Tras varios meses de pesquisas, las autoridades judiciales los vinculan con varias causas ocurridas entre julio y setiembre. Se sabe que los sujetos ingresaban a las viviendas y, tras amenazar con armas de fuego a los habitantes, sustraían artículos de valor y robaban algún vehículo para poder escapar.
Uno de los casos conocidos ocurrió en setiembre, cuando retuvieron por más de seis horas a un hombre de origen alemán, su familia y un peón. A la casa del extranjero ingresaron encapuchados y fuertemente armados.
Este martes a las 5 a. m., en los allanamientos en las viviendas de los presuntos implicados, la Policía encontró herramientas que al parecer le pertenecen al alemán y otros bienes de interés para la investigación, incluida una motocicleta que tenía denuncia por robo.
El trabajo judicial fue coordinado por el Ministerio Público y el OIJ, con la colaboración de oficiales del Grupo de Apoyo Operativo (GAO) de Seguridad Pública.
Hernández y Arana quedaron a las órdenes de la Fiscalía para que sean indagados y luego se determine su situación jurídica como sospechosos de robo agravado.
Asalto en Tucurrique
En otro asalto, cinco hombres encapuchados perpetraron un atraco en una estación de servicio en Tucurrique de Cartago, durante la madrugada de este martes.
Según las primeras investigaciones del OIJ, los individuos emplearon armas de fuego para amenazar tanto a un cliente como a un empleado, a quienes luego amordazaron y encerraron en una habitación.
Una vez que los afectados fueron apartados de la escena, los delincuentes utilizaron acetileno para forzar la caja fuerte y sustrajeron al menos ¢10 millones en efectivo. Además, al escapar de la estación de servicio, se llevaron las motocicletas tanto del cliente como del empleado.
De acuerdo con el Código Penal, el robo agravado se configura al perpetrarse con armas o mediante violencia contra las propiedades, y conlleva una pena de prisión que oscila entre cinco y 15 años.
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