Una profesora que renunció a su puesto por sufrir un cuadro depresivo deberá ser reinstalada en su cargo en el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Así lo resolvió la Sala Constitucional mediante el voto 2010-20818 del 14 de diciembre pasado. Allí, los magistrados, presididos por Nancy Hernández, acogieron el recurso de amparo interpuesto por la maestra.
En esa queja, la recurrente alegaba que trabajó como profesora del MEP en el periodo 2018. Sin embargo, un día renunció producto de un cuadro depresivo que padecía.
Posteriormente, informó la Sala IV, la educadora solicitó a su patrono que se dejara sin efecto la renuncia debido a que cuando la presentó tenía aquel diagnóstico. Pese a que presentó un dictamen médico, el Ministerio no le regresó su puesto, por lo que ella interpuso la queja, manifiesta en el expediente 18-015350-0007-CO.
A criterio de los altos jueces, la maestra estaba en una “condición de vulnerabilidad en el momento que presentó la renuncia, por lo que debía ser tutelada y protegida por el ordenamiento constitucional, máxime que se afectó su derecho fundamental al trabajo”.
Sobre este punto, la Sala consideró que la estabilidad que ofrece el empleo es un “factor importante” para facilitar la superación de los problemas relacionados con alguna enfermedad.
Enfatizó: “El patrono debe brindar, al trabajar en condición de vulnerabilidad, la posibilidad de tratarse y rehabilitarse antes de interrumpir o cesar su relación laboral, aun cuando la propia persona afectada sea quien lo solicite".