Poder Judicial tardó 5 años en juzgar robo de vaca

Animal de la raza brahman tenía un valor de ¢350.000 en aquel entonces

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Ciudad Cortés (Osa). El Poder Judicial tardó cinco años en llevar a juicio el caso de un robo de una vaca ocurrido en mayo del 2009 en Finca 2 de Palmar Sur de Osa, provincia de Puntarenas.

Precisamente, el debate dio inicio ayer en el Tribunal de Juicio de Osa. Aunque se tenía previsto dictar sentencia durante la tarde, un problema de salud del dueño del animal, quien a la vez es testigo, hizo que el debate se suspendiera de nuevo para reanudarlo el lunes 20 de octubre.

En este caso figuran como imputados los hermanos Marcelino y Ronulfo Sánchez Salas (de 59 y 69 años, respectivamente), así como Cindy Sánchez Zumbado (de 34) y Juan Carlos Lanza Porras (39).

La Fiscalía les atribuye el delito de robo agravado. Según el artículo 213 del Código Penal, se sanciona con entre 5 y 15 años de cárcel.

Historia. Tony Sandí Badilla, quien rindió testimonio en el juicio, narró que en un día, que no precisó, del mes de mayo del 2009, presuntamente, Marcelino Sánchez lo invitó a ir a destazar una vaca. Él se negó al alegar que tenía otras labores que realizar.

Agregó que ese mismo día, como a las 4 p. m., salió para ir a comprar huevos a unos 600 metros de su casa, y cuando caminaba observó a los hermanos Marcelino y Ronulfo Sánchez cuando llevaban una vaca blanca, la cual metieron en una zona boscosa.

El testigo manifestó en el debate que reconoció el animal pues pertenecía a Luis Ángel Solís Alfaro, quien era su patrón.

Sandí relató que se escondió en unos matorrales y observó cuando destazaron el animal, y luego llegaron Cindy Sánchez y su esposo, Juan Carlos Lanza, quienes “cargaron unas palanganas en la cajuela de un automóvil” y se marcharon del lugar.

Agregó que el día siguiente le avisó a Solís y ambos recogieron algunos restos del animal.

El abogado Minor González González, quien representa al afectado, dijo que este proceso se ha atrasado por dilataciones normales que ocurren en el Poder Judicial. “El Tribunal lo ha reprogramado en al menos cuatro ocasiones. Me acuerdo que una vez se aproximaba la fecha del juicio, pero decidieron posponerlo y realizar otro. Esa ha sido la tónica en este que es un proceso relativamente sencillo”, puntualizó González.

El abogado señaló que la vaca era de la raza brahman y en el momento que la mataron tenía un valor de ¢350.000.

Agregó que su representado pide una indemnización de ¢1,3 millones, monto que incluiría el valor del animal más el daño.

González afirmó que la declaración de Solís es fundamental porque ratificará lo dicho por el testigo que observó los hechos.