El Tribunal de Apelación de San José ordenó un nuevo juicio para la auxiliar de enfermería Ángela Barrantes Moreno, condenada el pasado 20 de diciembre a 15 años de prisión por homicidio simple debido a la muerte de una paciente.
Los jueces determinaron que el caso corresponde, en realidad, a un homicidio calificado.
El crimen se remonta al 7 de agosto del 2012, cuando la víctima, Lilliam Arias Prendas, permanecía en el salón Lara del cuarto piso del Hospital San Juan de Dios.
Durante el juicio en diciembre, la Fiscalía Adjunta de San José había solicitado sentenciar a Barrantes a 25 años de prisión al considerar que hubo dolo en la comisión del delito; sin embargo, el Tribunal de Juicio estimó que no se logró acreditar que la actuación de la imputada fuera insidiosa.
Los fiscales le atribuyeron a Barrantes haber ingresado al centro médico vestida de blanco –para simular ser enfermera–, llegar hasta el salón donde estaba Arias e inyectarle cloruro de potasio, para luego desechar la jeringa en el basurero de un baño en ese pabellón.
Esa jeringa fue recuperada por la Policía y en un laboratorio se determinó que contenía potasio, al igual que la manguera que le suministraba suero a la víctima.
Ahora, el Tribunal Penal del Primer Circuito Judicial deberá fijar una audiencia en la que será definida la nueva pena a Barrantes.