OIJ premia riesgo policial en caso de coca y armas de FARC

En la pesquisa un oficial infiltró la banda y se usó moderna tecnología

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El riesgo que corrieron dos agentes judiciales al infiltrar un brazo de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que vendía armas y cocaína en el país, fue premiada ayer jueves como la mejor investigación policial del 2013.

El galardón lo dio a conocer el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura Montero durante un acto que se realizó en el auditorio del Poder Judicial en San José.

Segura calificó esta “como una de las investigaciones más intensas y peligrosas (...) por las labores de inteligencia, la tecnología usada y el esfuerzo de investigadores de varias secciones”.

La pesquisa de este caso inició el 21 de octubre pasado cuando la Agencia para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) alertó al OIJ sobre la presencia de un grupo que tenía armas y cocaína en suelo tico.

En un lapso de 10 días y luego de cinco reuniones con los miembros de la organización, los policías infiltrados negociaron la compra de 36 fusiles y 492 kilos de cocaína.

Precisamente, fue el 31 de octubre cuando oficiales de las secciones de Estupefacientes, Vigilancias y Seguimientos y del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) capturaron a los sospechosos durante un operativo que se realizó en Curridabat y Montes de Oca en San José.

Se detuvo a cuatro individuos de nacionalidad colombiana, entre ellos el dueño de una armería, un costarricense y un nicaragüense.

Otros galardones. La entrega de las mejores investigaciones del año del OIJ se ha convertido en un acto donde se resalta la labor de las distintas secciones y delegaciones.

Francisco Segura destacó que este año hubo muchas investigaciones que merecieron recibir alguna mención, pero que al final el jurado tenía que inclinarse por algunas de las pesquisas.

Precisó que para el segundo lugar a la mejor investigación lo obtuvo la Delegación de Alajuela al desarticular a un grupo narcotraficante que estaba detrás del asesinato del exmilitar guatemalteco Sigifredo Fernández Sierra y de la modelo costarricense Pamela Céspedes Segura.

El doble crimen ocurrió el 8 de noviembre del 2012, cuando la pareja viaja en un vehículo en la ruta 27 hacia playa Jacó.

“No había muchos elementos. Unos cuantos videos de la ruta 27 y versiones de gente allegadas (...) lo primero que se obtuvo fue un número de placa y de ahí en adelante se llegó a una banda, que pertenecía a los llamados Caballeros Templarios, cartel mexicano de la droga, que proviene de la Familia Michoacana”, dijo.

Agregó que el 28 de junio pasado y en ocho allanamientos, los oficiales desarticularon esta banda (integrada por siete individuos) que además del doble homicidio perpetrado por pugnas a lo interno del grupo, se dedicaba al tráfico de drogas y al lavado de dinero.

La comisión del OIJ que entrega los premios designó a la Sección de Homicidios de San José para el tercer lugar al atrapar a un exconvicto por el crimen de Joselyn Navarro Calderón, ocurrido el 17 de noviembre del 2012.

El cuerpo desmembrado de la mujer apareció en un lote cerca del aeropuerto Tobías Bolaños en Pavas.

Para llegar al sospechoso los agentes hicieron una labor de inteligencia en Pavas, donde fueron descartando sospechosos hasta capturar a Centeno.