Limón. El exjefe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Limón, Klever Paco, reveló ayer que varios celulares ubican a los sospechosos de matar a Jairo Mora en diversos puntos de playa Moín, la noche en la que asesinaron al ambientalista.
La declaración la brindó el policía, quien ahora ocupa la jefatura del OIJ de Alajuela, durante el juicio que se realiza en los Tribunales de Limón.
Paco explicó que la afirmación la podía hacer con base en un sofisticado estudio de los teléfonos decomisados a los imputados y del sustraído a la víctima. Agregó que el análisis les permitió saber que los imputados se comunicaron entre ellos, porque se habían separado, en apariencia, para cumplir con funciones diferentes.
John Quesada, uno de los cinco abogados defensores, dijo, luego de escuchar el relato del policía, que el argumento expuesto responde a una “apreciación policial, sin ningún sustento de prueba testimonial o científico, como el caso lo amerita”.
Causa de muerte. Klever Paco, en su relato, hecho mediante el sistema de videoconferencia, también dio a conocer pormenores de la autopsia practicada a Mora.
Al respecto, dijo que el ambientalista murió el 31 de mayo del 2013, víctima de asfixia por sofocación, al aspirar arena, en vez de oxígeno, tras ser –supuestamente– arrastrado bocabajo, unos 600 metros sobre la playa Moín.
Agregó que Jairo Mora tenía arena en las fosas nasales, garganta, esófago, vías respiratorias superiores e incluso en el abdomen. En su criterio, el ambientalista pudo ser arrastrado por las manos, porque las tenía amarradas.
En este juicio, que se inició el pasado 3 de noviembre, figuran como imputados dos hermanos de apellidos Salmon y otros cinco sujetos apellidados Quesada, Centeno, Cash, Delgado y Arauz.
A ellos, el Ministerio Público les atribuye los delitos de homicidio calificado, violación, abusos deshonestos, privación de libertad y robo agravado.