Oficial atribuye a imputados tenencia de bombas caseras

Testigo dijo que artefactos estaban en una caja, junto con refrescos y galletas

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Limón. Un oficial de la Fuerza Pública que declaró como testigo en un juicio que se sigue contra 24 personas por los disturbios ocurridos en esta ciudad en abril del 2010, dijo que pudo ver que los manifestantes tenían “varias” bombas caseras.

En el relato del policía Guido Alberto Mena Sánchez, este afirmó que los artefactos incendiarios se encontraban en unas cajas que contenían refrescos y galletas.

Mena agregó que pudo ver las bombas, porque él formó parte de un segundo contingente policial que llegó al sitio para dispersar a los manifestantes.

El oficial explicó que sus compañeros y él tenían la misión de quitar las barricadas puestas en la carretera para permitir el paso de vehículos.

Precisó que los policías solo llevaban escudos, máscaras antigases y varas policiales.

En su testimonio, Mena contó que el primer contingente enviado por la Fuerza Pública fue repelido a pedradas por los manifestantes, y que, por eso, mandaron el segundo grupo. Relató además que observó “montones de piedras” en diversos sectores.

En criterio de la fiscala Carmen Zúñiga, el testimonio de este oficial de la Fuerza Pública es muy relevante en el proceso, pues viene a demostrar la existencia de las bombas caseras que –según la acusación fiscal– usaron los quejosos para prender fuego a cinco furgones. Estos vehículos resultaron quemados el día de los disturbios.

Reacciones. La declaración del policía fue rechazada posteriormente por los defensores.

Uno de ellos, Héctor Monestel lo calificó como “una charlatanada”. Dijo: “ Si bien había galletas y botellas, que podían contener agua dulce, Coca-Cola, qué sé yo (...), ¿dónde están los estudios periciales de eso? (...) La cadena de custodia de esas evidencias aquí quedó quebrada”.

Por su parte, el defensor Vinicio Castillo manifestó : “A mí, eso me parece irrelevante para lo que aquí se está discutiendo”.

Este debate, que comenzó el pasado 23 de febrero, es dirigido por los jueces Luis Rodríguez, Luis Diego Alpízar y Luisa Jiménez. Según la acusación del Ministerio Público, el día de la protesta los imputados quemaron llantas, derribaron árboles, agredieron a policías y lanzaron piedras y cocteles molotov.

Los acusados responden a los apellidos Brown, Brenes, Alvarado, Chavarría, Zúñiga, Mora, Rose, Chaves, Vega, Piñar, De la O, Pérez, Smith, González, Artiaga, Porras (2), Cruz, Abadía, Chacón, Briones (mujer), Rojas, Hernández y Vargas.

A ellos se les atribuyen los delitos de resistencia agravada, obstaculización de vías públicas, daños agravados, incendio y amenazas agravadas.