Ofendidos piden desde casa hasta cirugías

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Algunas personas llegan hasta la Oficina de Atención y Protección a la Víctima del Delito con expectativas tan altas que no pueden ser cumplidas por los funcionarios.

Según Verónica Castro, coordinadora nacional del Programa de Atención, detalló que hay ofendidos que piden desde una casa hasta cirugías faciales.

“Algunas personas vienen con una expectativa clara, que es evacuar la situación de riesgo, pero hay otra gente que piensa que se trabaja como en las películas y en las novelas. Piensan que se puede cambiar la identidad, el rostro.

”Cuando ven que eso no se hace, se decepcionan y se retiran del programa”, aseguró.

De hecho, como han percibido que son peticiones que suelen hacer los afectados, los funcionarios les explican, desde el primer abordaje, los alcances de la oficina.

“Está bien que la persona quiera tener una casa, pero no somos la institución que los puede ayudar. Eso no significa que no le vamos a dar un buen trato; por el contrario, los orientamos”, dijo.

Pero, ¿qué es lo que puede ofrecer la oficina? Castro detalló que se pueden trabajar desde monitoreos telefónicos, patrullajes con apoyo de la Fuerza Pública hasta reubicaciones domiciliares y laborales.

“Si se le recomienda mudarse de casa, nosotros pagamos el alquiler, la mudanza y la comida, si el afectado no tiene la solvencia económica para asumir ese cambio tan abrupto”, mencionó.

También mantienen comunicación con otras instituciones, como el Instituto Nacional de la Mujeres (Inamu) y el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).

“Si viene una persona por violencia doméstica o que tiene problemas de adicción, coordinamos con las entidades para que nos apoyen”

En casos muy puntuales y extremos, se hace una reubicación a sitios seguros, el cual corresponde hacerlo a la Unidad de Protección a Víctimas y Testigos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

“Las personas que se incorporan a ese programa deben cumplir con un perfil muy específico. Generalmente, se da en casos de crimen organizado, donde el riesgo que hay es mucho mayor”, apuntó.

Se intentó conocer cuántas personas forman parte de ese programa, pero, pese a las consultas hechas ante la Policía Judicial, no se obtuvo el dato a cierre de edición.