El magistrado de la Sala Primera Óscar González, de 52 años, quien está acusado de violar seis veces a la jueza Priscila Quirós (40 años), alegó que “detrás de todo este asunto existe un complejo entramado de espurios intereses, que empaña la majestad del Poder Judicial”.
Él hizo la declaración ayer en un comunicado de prensa, luego de que, el lunes, la Corte Plena informara de que decidió pedir a la Asamblea Legislativa que quite la inmunidad al funcionario para que pueda ser enjuiciado.
González dijo que conoció por la prensa la decisión de la Corte.
“Aunque todavía no he sido notificado de manera formal de lo resuelto, desde mi posición reitero, una vez más, el rechazo absoluto a los hechos que se me atribuyen, lo que no obsta para que, como juez de la República, en respeto a la decisión adoptada, desde ya me ponga a las órdenes de la Asamblea Legislativa”, señaló en el texto.
“Por ahora reitero que esta infame acusación se enmarca en un complejo entramado de relaciones interpersonales dentro del Poder Judicial y la Corte Plena, que ha venido en crecimiento desde octubre de 2008, cuando se puso en marcha la reforma a la Jurisdicción Contencioso-Administrativa”, agregó.
Se llamó a la oficina del magistrado para pedirle una ampliación, pero nadie respondió .
Henry Mora, presidente del Congreso, manifestó ayer que, probablemente, primero discutirá con los jefes de fracción quiénes conformarán la comisión que conocerá el caso de González.
“No solo es un tema de procedimiento, sino que tiene una carga política importante”, dijo Mora.
“Solo tenemos a la mano los cuatro artículos del Reglamento que se refieren a acusaciones de los miembros de los supremos poderes. Pediré a los jefes de fracción que me aconsejen”, declaró. Colaboró el periodista Aarón Sequeira.