“Mi hija se quedó ida, empezó a llorar y temblar, y abrazaba la almohada. Le pregunté qué le pasaba, y ella lloraba y me decía: ‘Mamita, tengo que decirle algo muy grave’. Yo pensé que había quebrado algo, pero nunca imaginé lo que me iba a decir. Le dije que fuera lo que fuera, me lo tenía que contar.
”Entonces, me dijo: ‘Tío Sixto me tocó’, y ella se señalaba la vagina. Estas palabras para mí fueron muy graves, porque jamás lo hubiera imaginado”.
Esa fue parte de la declaración que la madre de una niña de 12 años hizo ayer ante los jueces del Tribunal de Juicio de Pococí. La menor, supuestamente, fue abusada sexualmente por el exjuez de la República Sixto Solera Chaves, quien es cónyuge de la hermana de la madre de la menor.
Los hechos, presuntamente, ocurrieron en el 2004, cuando la niña tenía tres años, pero la menor reveló lo sucedido a su madre el 20 de diciembre del 2010, detalló.
El imputado fue acusado por la Fiscalía de cinco abusos sexuales contra menor, tres delitos de producción de pornografía y tres de difusión de material pornográfico.
En agosto del 2012, el Tribunal de la Inspección Judicial ordenó el despido de Solera por incorrecciones en su vida privada, a raíz de este proceso.
La madre explicó que conoció al exjuez desde pequeña, cuando fue su maestro de la escuela dominical en la iglesia a la que asistía.
“Él era como un mejor amigo para mí, como un papá, para mis hijas lo fue, siempre me daba consejos y estaba pendiente de nosotras. No puedo decir cosas malas de él hasta el día que Monserrath me contó, en diciembre del 2010”, expresó.
Puerta cerrada. Ayer, la menor de 12 años declaró durante dos horas ante los jueces sobre los hechos denunciados. El testimonio fue brindado a puerta cerrada y sin la presencia física del imputado, quien escuchaba a la niña desde una sala externa.
Luego, declaró la hermana de la supuesta víctima, de 14 años, quien también lo hizo de manera privada y sin ver al imputado.
Pese a que se intentó obtener la versión de Víctor Lara, defensor del exjuez, este dijo que, por tratarse de una menor, preferirían no referirse a lo dicho por ella.
La madre de la presunta víctima sostuvo que su hija ha tenido pesadillas y, a veces, se vuelve violenta. Añadió que, si bien en la escuela su hija tuvo buenas notas, ahora que está en sétimo año tiene malas calificaciones.
Por otro lado, la madre contó que siempre tuvo plena confianza en su hermana y en Sixto Solera para que le cuidaran a su hija y aceptaba que ellos se la llevaran a pasear a cualquier sitio.
De hecho, la madre señaló que Solera le había pedido en algún momento que le cediera la patria potestad de la niña, a lo que ella siempre se negó y él se molestaba.
“Ellos siempre fueron las personas de confianza con las que yo las dejaba”, expresó.
Según dijo, nunca pudo pagarle una terapia psicológica a la menor porque no le alcanzaba el dinero. La madre aseguró que cuando buscó ayuda en un centro médico público, le dijeron que era mejor que la niña recibiera terapia después del juicio, y no acudió al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) porque allí labora como abogada su hermana, la esposa del exjuez Solera.
Para hoy está previsto que terminen de declarar las últimas dos testigos de la Fiscalía, así como la esposa del imputado.