Un pequeño comerciante de 46 años, señalado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como el líder de una banda que robaba furgones, vivía rodeado de lujos.
Este hombre de apellidos Vargas Marín, vecino de Santa Bárbara de Heredia, es propietario de una modesta marisquería, pero con frecuencia viajaba a Europa y Asia. Además, en los últimos dos años logró levantar una quinta en Horquetas de Sarapiquí, Heredia.
Yorkssan Carvajal Aguilar jefe de la sección de Asaltos del OIJ y quien dirigió el operativo para desarticular al grupo delictivo, explicó que se trata de una persona que tenía una vida bastante singular, pues por un lado aparentaba ser un comerciante honesto pero por otro, se le atribuye ser el cabecilla de la organización delictiva.
“Es propietario de una pequeña venta de mariscos y estaba empezando una tienda virtual, pero desarrollaba una vida bastante onerosa con viajes fuera del país. Contaba con una finca de esparcimiento, donde se decomisaron aves exóticas y vivía en una residencia bastante acomodada en Santa Bárbara”, manifestó.
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Precisamente, la quinta es un terreno de cinco hectáreas ubicada en Sarapiquí, protegido por tapias al frente y a los costados y que tenía un portón principal con guarda privado. Adentro había dos ranchos, cinco cabinas, una cancha para fútbol y dos piscinas.
Además, los policías encontraron emús (que son aves australianas), lapas verdes, rojas y azules, faisanes y ovejas.
Habitaba en una residencial privada en Santa Bárbara que solo tiene ocho condominios.
Vida paralela
El caso judicial por el cual se vincula a Vargas Marín nace con una investigación que inició la sección de Asaltos del OIJ hace aproximadamente dos años.
La acción es porque, según cifras de la Cámara Nacional de Transportes de Carga (Canatrac), en nuestro país en los últimos cinco años se han perpetrado cerca de 500 robos de furgones. En el 2019 fueron 154 los atracos y el perjuicio económico se estima en $5 millones (¢2.900 millones).
El grupo desarmado este viernes se presume que está relacionado con al menos 95 robos de furgones en los últimos dos años, que causaron pérdidas por ¢1.881 millones.
Yorkssan Carvajal aclaró que del total de robos se tomaron 18 casos para investigar y se logró recabar elementos probatorios en 11 de los casos.
Con fundamento en esas pruebas fue que este viernes se hicieron 28 allanamientos en Heredia, San José, Alajuela, Limón y Sarapiquí. Se detuvo a 20 personas, se decomisaron ocho vehículos, dos camiones y $30.000.
Según explicó Carvajal, la organización delictiva tenía una jerarquía bien establecida, en la cual Vargas Marín, presuntamente, se encargó de ir reclutando colaboradores sobre todo transportistas y comerciantes.
Respecto al modo de operar, el jefe policial dijo: “Marcaban el camión. Sospechamos que tenían conocimiento previo de la mercadería que transportaba. Un grupo lo interceptaba y de manera violenta lo asaltaban en carretera. Luego, un segundo grupo se encargaba del traslado del camión hasta un predio. Luego desalmacenaban la mercadería y la distribuían en comercios” dijo.
Precisó que pudieron verificar que la mercadería sustraída la vendían de diferente manera, pero la mayor cantidad la expedían en tres supermercados propiedad de orientales, que están ubicados en San Rafael de Alajuela, Barrio México y Coronado, en San José.
El jefe de Asaltos dijo que lograron decomisar una tonelada de artículos robados.
Aparte de Vargas Marín, se detuvo a otras 19 personas de apellidos Torres Rodríguez (dos), Castro Soto, Campos Morales, Jiménez Montero, Fallas Ortega, Arias Soto, Freer Delgado, Gamboa Chavarría, Blandón Chavarría, Rodríguez Quesada, Cruz Camacho, Castillo González, Prado Ureña, Jiménez Fernández, Rojas Solís, Rong, Wu y Campos González (mujer).