José Efraín López Mendoza, alias M1 o Dante, fue condenado este lunes a 26 años y ocho meses de prisión por los delitos de transporte, almacenamiento y venta de drogas, acopio de armas prohibidas y uso de documento falso.
López era líder del Movimiento Revolucionario de Crimen Organizado (Moreco), que se dedicaba al trasiego internacional de cocaína.
En el mismo juicio, a cargo del Tribunal Penal de Grecia, fue también sentenciado Juan Urbano García Zúñiga a 20 años y ocho meses de prisión, por los delitos de transporte, almacenamiento y venta de drogas, y acopio de armas prohibidas.
A ellos se le suman Eddy Fallas Alfaro y Keily Solano Araya, ambos condenados a 14 años de prisión; Wilberthg Andrey Barquero Quesada, sentenciado a 12 años de cárcel; y Warner Manrique Fuentes Chaves y María Nelly Gómez Gómez, ambos sentenciados a ocho años de prisión. Todos ellos fueron procesados por el delito de transporte, almacenamiento y venta de drogas.
La banda Moreco fue desarticulada el martes 23 de abril de 2019, cuando el Organismo de Investigación Judicial realizó 16 allanamientos en diferentes comunidades.
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En esa ocasión, López Mendoza, principal objetivo de las autoridades, no pudo ser capturado. Sin embargo, 13 de agosto de 2019 fue aprehendido cuando se desplazaba por la autopista hacia Escazú, en San José.
López era requerido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos.
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Anteriormente, Wálter Espinoza, director del OIJ, explicó que la organización delictiva recurría a conceptos como honor, orgullo y lealtad para afianzar el trasiego internacional de cocaína y proyectarse como un grupo inaccesible para la Policía.
Según la pieza acusatoria, presentada por la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, entre setiembre del 2015 y abril del 2019 los imputados se dedicaron a almacenar, comercializar y transportar droga a nivel nacional e internacional.
De acuerdo con la prueba del Ministerio Público, la organización traficaba cocaína por diversas zonas de Puntarenas, Guanacaste, Heredia y Alajuela.
Además, la evidencia aportada por la Fiscalía en el juicio comprobó que durante algunos operativos para desarticular a la organización, se decomisaron armas de fuego.
El OIJ ya había informado que la organización tenía armas de grueso calibre como fusiles de asalto AR-15, PS90, granadas y municiones, las cuales fueron adquiridas ilegalmente para defenderse ante posibles enfrentamientos con las autoridades u otros grupos.
Además, las autoridades aseguraron que Moreco tenía vínculos con grupos de Colombia, Guatemala, México y Estados Unidos. Del primer país, salía la cocaína hacia Costa Rica y, en los otros tres, era recibida y comercializada hasta en $30.000 por kilo.