La jueza del Tribunal de Juicio de Limón, Rosa Elena Gamboa, detenida el viernes pasado por la Fiscalía, resolvió casos de narcotráfico sin ser juzgadora penalista, durante varios años.
La abogada, de 62 años, ingresó al Poder Judicial, el 1.° de agosto del 2004, en una plaza como jueza laboral, la que mantiene hasta la fecha.
A la funcionaria, la Fiscalía le atribuye, entre otros cargos, recibir más de ¢20 millones por liberar bajo fianza a un implicado en narcotráfico, el cual huyó de Costa Rica en el año 2012.
Gamboa fue detenida el viernes en su casa en Corales 3 de Limón y el Juzgado Penal de Hacienda, en Goicoechea, le impuso medidas cautelares, entre ellas, prohibición de salir del país y firmar cada 15 días. Le achacan los delitos de tráfico de influencias y procurar la impunidad.
Los magistrados Carlos Chinchilla, quien preside la Sala Tercera, y José Manuel Arroyo, vicepresidente del Poder Judicial, explicaron ayer a La Nación que los jueces del Tribunal de Juicio de Limón conocen, al mismo tiempo, temas penales, laborales y civiles, pues es mixto.
Según dijeron, hay razones presupuestarias para que un solo despacho resuelva casos de las tres materias, sin que sean sedes especializadas.
Carlos Chinchilla reconoció que lo ideal es que solamente jueces penales, nombrados debidamente, sean los que dirijan juicios en el ámbito penal, como ocurre en otras regiones como San José.
“Nos gustaría que solo fueran penalistas, pero en vista de la necesidad de tener también jueces de otras materias, hemos tenido que integrar tribunales mixtos y esto pasa en todas las provincias del país, con la excepción de San José. Lo tenemos en Heredia, Alajuela, Cartago y en el resto del país”, aseguró Chinchilla.
Adriana Orocú, presidenta de la Asociación Costarricense de la Judicatura (Acojud), manifestó que si bien los tribunales mixtos han actuado eficientemente, lo óptimo es que cada circuito regional tenga jueces especializados por materia.
Según explicó, hay tribunales mixtos en los que los mismos integrantes se ponen de acuerdo para repartirse las materias, de acuerdo con el conocimiento y la experiencia que cada uno tenga.
Evaluación. El magistrado Orlando Aguirre, presidente de la Carrera Judicial, confirmó a este diario que Rosa Elena Gamboa, al ser nombrada como jueza laboral, le fue evaluado únicamente su conocimiento en materia laboral, así como otras destrezas personales.
Esa vez, tuvo una nota de 91,46 cuando lo mínimo era de 70. No obstante, no fue hasta agosto del 2012 –ocho años después– cuando la jueza aprobó los exámenes que realiza el Poder Judicial para elegir jueces en materia penal. Aguirre indicó que esta última evaluación, la funcionaria obtuvo un 77,46.
“Lo ideal es que los tribunales estén integrados por jueces especializados en todas sus secciones”, admitió Aguirre.
La Nación llamó ayer, dos veces, al celular de la jueza Gamboa, para conocer su versión, pero una mujer, quien se identificó como su madre, dijo que la jueza estaba manejando un vehículo y no devolvieron la llamada.