El jerarca de la Policía de Control de Drogas (PCD), Alan Solano, calificó de “peligroso” que se indaguen las llamadas telefónicas de jefes de cuerpos antidrogas en investigaciones administrativas.
Esa fue su reacción luego de conocer que la Auditoría del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) emitió un informe donde se destaca que él gastó ¢2,3 millones en telefonía durante nueve meses. El 82% de sus llamadas fueron realizadas a números del Ministerio de Seguridad.
El estudio también refleja el historial telefónico del director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura, quien, según el reporte, se comunicó el 85% de las veces con un número particular que pertenece, dijo Segura, a su novia.
Para Solano, exponer estos registros puede “poner en peligro a personas, mi seguridad y la de los míos, o entrometerse en casos que estén en proceso”.
“¿Cómo explicarle la naturaleza de lo que uno hace a alguien que no lo está haciendo? El teléfono es primordial para que me ubiquen donde esté, es un sistema inteligente, permite confeccionar textos, enviarlos en tiempo real. El costo no lo sé, yo no me fijo en las sumas, me fijo en la importancia de lo que hago”, manifestó.
Solano indicó que el monto gastado más bien es bajo si se considera que mantiene habilitado su teléfono incluso en el extranjero, para estar siempre disponible.
Además, lamentó que estos datos se hayan divulgado. “Dado que la prensa está conociendo un informe que tuvo que quedarse en una institución, creo que la Auditoría está faltando a su deber y que la Contraloría debe tomar cartas. A mí nadie me ha llamado para hablar de eso”, indicó.
Solano adversó la idea de que se tomen medidas como limitar la cantidad de llamadas, porque “hay frutos, si no los hubiera, entendería. Pero en una policía exitosa como la PCD, los logros no son un gasto, son inversión”.
Y finalizó: “a uno lo que le preocupa es que sea va desde el punto vista morboso”.