José Miguel Montoya Mena fue condenado ayer a 20 años de prisión por intentar matar a su esposa dándole un café envenenado el 14 de febrero del 2011.
En el fallo, los jueces del Tribunal Penal de Cartago dieron por cierto el testimonio de la víctima, de apellido Víquez. Actualmente la pareja está divorciada.
En su testimonio, la mujer aseguró que vio a Montoya manipulando una botella cuando preparaba el café que luego le dio para que llevara a su trabajo.
Además, acogieron los relatos de las compañeras de Víquez, quienes fueron testigos del momento en que ella resultó afectada por el veneno.
Los jueces también apuntaron a las pruebas forenses que determinaron que la sustancia que contenía el café era un plaguicida llamado metomilo.
La sentencia señaló que, de acuerdo con las pruebas aportadas por el Ministerio Público, la reacción que tuvo Víquez tras beber el café es característica de una intoxicación.
El tribunal estuvo integrado por los jueces Ricardo Barahona, Ana Leonor Villalobos y Pablo Solano. Al dar a conocer su decisión, dieron una explicación detallada de los elementos que relacionaron a Montoya con el intento de femicidio en perjuicio de Víquez.
Como medida preventiva, dictaron seis meses de prisión contra el imputado mientras el fallo queda en firme.
Agresión. Los hechos por los que se condenó a Montoya, de 48 años, ocurrieron en El Cañón de El Guarco de Cartago.
Cuatro días antes del incidente, ellos habían acordado separarse tras 25 años juntos. Sin embargo seguían viviendo en la misma casa.
Durante el debate, la víctima relató que, a pesar de la decisión de divorciarse, le extrañó que su compañero se comportara muy atento. Contó que ese 14 de febrero, Montoya se había levantado temprano para hacerle un café para que ella llevara a una finca donde trabajaba recolectando frutas.
Recordó además que, cuando salía del baño, observó a su esposo en una actitud sospechosa manipulando una botella con el café.
Ya en su trabajo, se dispuso a desayunar alrededor de las 9 a. m. con algunas compañeras, quienes testificaron que, apenas Víquez tomó un sorbo del café, empezó a desvanecerse, presentó salivación y luego se desmayó.
La mujer fue llevada al Hospital Max Peralta de Cartago, donde despertó tres días después.
Un hermano de la afectada encontró la botella con el café y la entregó al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Conflicto de larga data. El Ministerio Público destacó que en este caso, Víquez fue víctima de un ciclo de violencia durante los 25 años de matrimonio.
Ella reconoció que los celos y las agresiones por parte de Montoya surgieron desde el noviazgo.
La pareja formalizó su divorcio en marzo del 2011.