Jairo Fernández Gómez fue condenado, a pesar de ser inocente, a 25 años de prisión por la supuesta violación de una menor de 17 años.
Según narró hoy, en una conferencia de prensa, el sufrimiento ha sido enorme y las agresiones de las que fue víctima en prisión lo llevaron, incluso a intentar quitarse la vida.
Su caso fue publicado hoy por La Nación, pero Fernández no había querido hablar públicamente.
“Yo soy una persona inocente, desde un principio así me declaré. Eso me afectó a mí demasiado, y a mi familia, psicológica y físicamente me afectó demasiado. He sufrido mucho, se siente muy feo estar preso”, manifestó.
Fernández, de 33 años, fue hallado culpable en octubre del 2014 por el Tribunal de Juicio de Limón por dos delitos de violación de una menor, a pesar de que la prueba de ADN al semen lo eximía de toda responsabilidad.
El fallo de los jueces Freddy Quesada Román, Mauricio Perlaza Rojas y Rose Mary Araya Solano, se basó únicamente en lo dicho por la adolescente de 17 años, quien cursaba el sexto grado.
“En San Sebastián recibí una vapuleada muy grande, nunca en la vida la había recibido. Me agarraron en un cuarto, me pegaron una vapuleada, yo salí inconsciente. Yo no recuerdo ni cuándo me sacaron. Eso fue el primer día. Después, me pusieron en otro lado y tenía problemas con otras personas, que son más fuertes que nosotros, me decían que era un violador y poniendo apodos”, dijo.
El 25 de marzo pasado, los jueces Rafael Gullock, Ana Isabel Solís y Ana Lorena Jiménez, del Tribunal de Apelación de Goicoechea, absolvieron por certeza al imputado al ordenar de oficio que se realizara una prueba de ADN y corroborar si coincidía con otro sujeto, un violador en serie que fue condenado por varios delitos en Limón.
El recurso de apelación interpuesto por el abogado Eduardo Barboza Orias fue declarado con lugar y el imputado quedó libre. El caso lo tomó su nuevo abogado, Juan Diego Castro, quien aseguró que presentará una demanda contra el Estado para que se indemnice a Jaifo Fernández por el daño sufrido.