Liberia. El Tribunal de Juicio de esta localidad condenó ayer a un hombre a 12 años de prisión, luego de hallarlo responsable del delito de tentativa de homicidio en contra de un exjugador de fútbol que militó en los equipos de Liberia y Santacruceña.
De acuerdo con la acusación, el pasado 21 de junio, Albin Hernández Cervantes, de 34 años, atacó con un arma de fuego al exjugador Sergio Vega durante una pelea que ambos sostuvieron en las afueras de un bar, ubicado en barrio Condega.
El incidente ocurrió luego de que Hernández, conocido como Negro, se acercara a pedirle un cigarro a Vega y este se lo negara. El hoy sentenciado inició una pelea con el exmediocampista, por lo que ambos fueron invitados a abandonar el local.
Una vez afuera del establecimiento, Vega golpeó fuertemente a Hernández en el rostro y se marchó en un vehículo Four Runner, en compañía de una mujer que lo acompañaba.
Buscó un arma. Luego de la pelea, Hernández fue en busca de un arma y siguió en motocicleta el vehículo que conducía Vega.
Hernández disparó en dos ocasiones contra el Ford Runner. Uno de los balazos atravesó la compuerta trasera y se alojó en el asiento posterior; el otro solo provocó un hundimiento en el carro. Ninguno de los ocupantes fue alcanzado por las detonaciones.
Hernández llevaba varios días hospedado en un hotel y, según los testigos, no estaba bajo los efectos del licor ni de ninguna droga.
El bar solía abrir a las 6 p. m. Los hechos ocurrieron minutos después de esa hora.
Justificación. Durante la explicación del fallo, el Tribunal de Juicio de Liberia acreditó que Hernández fue el autor de los disparos.
“El ofendido afirmó que logró ver por el retrovisor a Hernández luego de que disparó, además de que este tenía la cara llena de sangre producto de la pelea que había tenido minutos antes”, afirmó el juez Mario Guido.
Los otros integrantes del tribunal fueron Gonzalo Coronado y José Ángel Salazar Navas. Entre tanto, Hernández fue defendido por el abogado Guillermo Arce.
Durante el juicio no trascendió si el arma utilizada fue una pistola o un revólver. También se conoció que la prueba de residuos de pólvora realizada a Hernández resultó negativa.
No se conoció si la defensa apelará la pena impuesta.
Además de los 12 años impuestos, el tribunal prorrogó por seis meses más la prisión preventiva contra el sentenciado.
Momentos antes de la lectura de la sentencia, Hernández solicitó la palabra al Tribunal.
Aseguró que si hubiese querido matar a Vargas, se habría acercado hasta la ventana del carro a disparar, ya que estaba a escasos cuatro metros.