“Me sorprendió más bien que los compañeros me lo propusieran (ser candidato a la presidencia de la Corte). Tengo un alto concepto del deber que eso implica, las obligaciones y responsabilidades (...) no me he decidido a aceptarla”.
Así respondió este viernes el magistrado de la Sala Constitucional, Fernando Cruz Castro, cuando se le consultó sobre el hecho de que un grupo de compañeros de la Corte Plena impulsen su nombre para ocupar el puesto de presidente de la Corte Suprema de Justicia, el cual está vacante desde el pasado 16 de julio.
"Considero que es un gran honor que me concede algún grupo de compañeros, que me lo han planteado, pero estoy pensándolo y créame que con mis 69 años, tengo buena salud y originalmente había pensado en no cumplir todo el mandato, pero me he sentido bien y ha sido interesante todo este periplo judicial que he tenido.
“Cuando me hacen esa oferta recuerdo a don Ulises Odio Santos (presidente de la Corte del 81 al 86), que fue mi profesor y que me sugirió que por qué no ingresaba al Poder Judicial (...) tanta gente que en el camino me ha ayudado, las responsabilidades... pero no lo he dedicido. Siento un gran peso con esa propuesta. Veremos qué pasa en los próximos días”, agregó el alto juez.
La posibilidad de que Fernando Cruz acepte ser candidato a la presidencia de la Corte trascendió este jueves en círculos judiciales, pues existe un grupo “importante” de magistrados que le hizo la propuesta al considerar que es la persona más calificada para ocupar ese cargo.
El puesto de más alta jerarquía en el Poder Judicial quedó vacante cuando de manera sorpresiva Carlos Chinchilla Sandí anunció que se acogía a la jubilación. Esa medida la tomó luego de que la Corte Plena lo amonestara, junto con los otros miembros de las Sala Tercera, por desestimar una causa penal por el delito de tráfico de influencias que se tramitaba contra los exdiputados Otto Guevara Guth y Víctor Morales Zapata y que tenía relación con el empresario de cemento chino, Juan Carlos Bolaños.
El día en que Chinchilla se pensionó, la Corte varió la sanción y suspendió a los magistrados de sus funciones durante dos meses.
En la actualidad, este poder de la República encara desafíos. Por un lado, por la ausencia de siete magistrados propietarios que deben ser nombrados en el Congreso. Y también, porque fue alcanzado por el escándalo del cemento chino, lo que derivó incluso en la destitución de un alto juez
En este momento, además, comenzó a regir la reforma en el fondo de pensiones para cerrar el billonario hueco de ¢5,3 billones en su fondo de jubilaciones.
Retos
Fernando Cruz admitió que el Poder Judicial enfrenta una situación “con un grado de complejidad”, pero que “tampoco hay que ser catastrófico”.
En su criterio, “hay cosas muy buenas en el Poder Judicial, hay mucha gente buena y la judicatura (los jueces) no dependen forzozamente de la cúpula y es más, los jueces de carrera que no son magistrados tienen más estabilidad que los jueces de la cúpula. Nosotros dependemos de una ratificación cada ocho años y esa ratificación siempre es un poco imprecisa y sin fundamento”.
Este último comentario tiene relación con lo que le sucedió en noviembre del 2012, cuando la Asamblea Legislativa decidió no reelegirlo. En aquel momento, los diputados alegaron que la decisión la adoptaron como “un llamado de atención” a la Corte, que se había “excedido en sus competencias”.
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Sin embargo, el entonces legislador Luis Fishman presentó un recurso de amparo y en mayo del 2013, una Sala Constitucional con magistrados suplentes acogió el amparo y anuló el acuerdo adoptado por el plenario legislativo, con lo que Cruz quedó reelecto de manera automática por otro período constitucional de ocho años, el cual vencerá el 18 de octubre de 2020.
Cruz había fue designado magistrado de la Sala Constitucional en el 2004, en sustitución de Carlos Arguedas Ramírez, quien se acogió a la jubilación.
Para Cruz, la persona que aspire a la presidencia debe tener el apoyo de un grupo importante de magistrados, al tiempo que afirmó que en la actualidad hay varios compañeros con muy buenos atestados para ocupar esa silla.
“Siento en la oferta de algunos compañeros y compañeras una gran responsabilidad con la que yo no contaba. Nunca tuve como objetivo, ni ambición ser presidente de la Corte. Más bien he creído que por la manera de ser, por la forma en qua a veces comento las cosas, puede ser que no sea el candidato con el mejor protocolo palaciego para eso, pero con la mayor humildad y con la mayor serenidad escucho y recibo de los compañeros esa sugerencia.
"Me siento muy honrado que así sea y la verdad que nunca me he sentido con todas las cualidades para ser Presidente de la Corte”, apuntó.
Precisamente, en la sesión del próximo lunes, algunos magistrados van a pedir que se acorten los plazos para la elección del nuevo presidente, la cual fija un mes de tiempo para la postulación de candidatos. Sin embargo, si se aprueba acotar los plazos, es factible que el mismo lunes sea escogido. Una de las intenciones de quienes promueven a Cruz es que quede electo por unanimidad.