Dos hermanos condenados a cinco años por robar vaca

Sentenciados deben resarcir daño pagando ¢350.000, el valor del animal

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Dos hermanos fueron condenados a descontar cinco años de prisión por robar y destazar una vaca de la raza brahman.

La sentencia la dictó el Tribunal de Juicio de Osa, Puntarenas el lunes a las 7 p. m.

Los sentenciados son Marcelino y Ronulfo Sánchez Salas (de 59 y 69 años, respectivamente), quienes quedaron en libertad mientras la pena adquiere firmeza.

Asimismo, el Tribunal dispuso que los hermanos deberán pagar ¢350.000 al dueño del animal.

Otros dos implicados en el caso, una mujer de apellidos Sánchez Zumbado (de 34 años) y su esposo, apellidado Lanza Porras (de 39), fueron absueltos, pues los jueces argumentaron que durante el juicio no se pudo demostrar su participación en el hecho.

Antecedentes. Esta sentencia fue dictada cinco años y cinco meses después de que se cometió el delito (en mayo del 2009) en Finca 2 de Palmar Sur de Osa, provincia de Puntarenas.

Los jueces Gerardo Zelaya, quien presidió, Frania Chavarría y Javier Pochet, al dar una breve explicación de las razones de la sentencia, dijeron que para ellos tenía total credibilidad la versión dada en debate por el testigo Tony Sandí Badilla.

Precisamente, este joven relató que, en mayo del 2009 –aunque sin precisar el día exacto– Marcelino Sánchez lo invitó a ir a destazar una vaca, pero que él se negó al alegar que tenía otras labores.

Agregó que ese mismo día en la tarde, salió a comprar huevos a unos 600 metros de su casa y, cuando caminaba, observó a los hermanos Marcelino y Ronulfo Sánchez que llevaban una vaca blanca, la cual metieron en una zona boscosa. El testigo dijo que reconoció el animal, perteneciente a Luis Ángel Solís Alfaro, quien era su patrón.

Sandí relató que se escondió en unos matorrales y observó cuando destazaron el animal. Luego, narró, llegó una pareja que “cargó unas palanganas en la cajuela de un automóvil” y se marchó del lugar.

Asimismo, el afectado Luis Ángel Solís dijo en el juicio que no era la primera vez que le robaban una res, pero que anteriormente no había podido acusar a nadie por falta de pruebas.

Según los jueces, este caso se califica como robo agravado pues, para llevarse el animal, los implicados cortaron los alambres de una cerca y quedó demostrado que usaron caballos para arrear la vaca.

A los hermanos Sánchez se les impuso el mínimo de la pena que es de cinco años, pues los jueces dijeron haber tomado en cuenta que son personas sin antecedentes penales.

Finalmente, el Tribunal informó de que los sentenciados debían resarcir el daño ocasionado, que es el valor del animal muerto.