Distracción de juez al oír merengue anula condena

Juzgador activó canción tropical en su tableta, cuando ofendido declaraba

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El ofendido se encontraba declarando frente a los jueces del Tribunal Penal de Upala. Llevaba 25 minutos de estar hablando sobre la denuncia que interpuso contra su vecino porque, supuestamente, este último le macheteó dos dedos en una riña.

De repente, comienza a escucharse un merengue urbano, que interrumpió el debate. La mirada de dos de los jueces se dirigió hacia su compañero, el otro juzgador, Mario Pereira Saborío (54 años), a quien se le activó por segundos, en su iPad, la canciónLa mujer del pelotero, del cubano Baby Lores.

Esa distracción, precedida por cuatro ocasiones más en las cuales el mismo juez estuvo manipulando su tableta electrónica, durante 10 minutos en total, llevó a que el Tribunal de Apelación de San Ramón anulara el debate, en el que condenaron, el 17 de enero del 2014, al vecino a un año de prisión por el delito de lesiones graves.

Las distracciones de Pereira aparecen señaladas en el voto N.° 194-2015, del 27 de marzo, de las juezas de apelación Adriana Escalante Moncada, Yadira Godínez Segura y Annia Enríquez Chavarría.

Según señala la resolución, las cinco ocasiones en las que el juez centró la atención en su dispositivo electrónico, provocaron que el Tribunal se “desintegrara”, debido a que varias veces Pereira no prestó atención a lo que se desarrollaba en la audiencia.

Por ejemplo, explicaron que durante la declaración de la víctima, los otros dos miembros del Tribunal trataban de comprender sus palabras por la falta de claridad en el relato, pero “esa circunstancia pasó inadvertida para el juez Pereira” por estar operando su tableta.

La Defensa Pública alegó en el recurso de apelación que “no basta con escuchar al deponente, sino que es necesario valorar su lenguaje no verbal, lo cual es difícil de realizar ante las distracciones tecnológicas que interrumpen el campo de visión de los juzgadores”.

Por otro lado, sostuvo que al ser un voto de mayoría con el cual se condenó a su representado, de apellido Corrales (45 años), la participación del juez Pereira era de suma importancia, pues él condenó y, eventualmente, si hubiese prestado la atención requerida, la balanza se pudo haber inclinado a favor del imputado.

Los hechos denunciados ocurrieron en el 2006 y el imputado había sido absuelto, pero se ordenó este nuevo juicio, en el que se condenó por mayoría. Ahora está pendiente el tercer debate.

‘Dedazo’. La Nación conversó vía telefónica con el juez Mario Pereira, quien comentó que respeta la posición del Tribunal de Apelación, pero no la comparte.

“Se va a acreditar que no hay ninguna distracción. El iPad permite grabar en directo la audiencia. No puede haber distracción si lo que se está haciendo es complementando, en video, lo que está ocurriendo.

”Que se activó una canción, es cierto, eso fue un ‘dedazo’ porque el manejo es táctil y, en determinado momento, toqué donde no debía tocar a la hora de controlar el volumen. En ese momento, tenía poco tiempo de comprarla, no la manejaba muy bien y por unos 10 segundos se activó e inmediatamente la apagué”, añadió.

Según dijo, la grabación de videos durante las declaraciones de testigos, le permite utilizarlos en la deliberación. Adujo que él no presidió esa audiencia.

Con el sistema de audio y video que utiliza el Poder Judicial en todas las salas de juicio, expresó que hace más lento el proceso, pues hay que quemar discos.

Las juezas de apelación sostuvieron que no pretenden que los juzgadores permanezcan inmóviles durante los juicios, pero existen acciones que afectan el principio de inmediación.

Añadieron que “la valoración de la prueba conlleva un examen integral del acervo probatorio producido en el plenario, lo cual no se puede hacer de forma correcta si no se ha prestado la atención debida durante el debate”.

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