¿Cuáles son los pasos a seguir cuando se detecta una niña embarazada?

La atención diferenciada en un centro de salud es un derecho de toda niña o adolescente

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El último lustro (2018-2022) registró 1.165 niñas y adolescentes que se convirtieron prematuramente en madres, el equivalente a 233 nacimientos por año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

En esa dura cifra está una niña de 13 años, violada, a quien le robaron a su bebé de nueve meses el domingo pasado en Mata de Guineo, en Cervantes de Alvarado.

¿En un caso como estos, cuáles son los pasos a seguir cuando la menor llega a un centro médico?

Rita Peralta Rivera, ginecóloga especialista en embarazo en la adolescencia, y coordinadora de la Clínica de la Adolescencia del Hospital Calderón Guardia, explicó que el Estado está en la obligación de atender a cualquier menor que llegue en esa condición a un centro médico, sin distingo de si está asegurada o no, y sin importar su nacionalidad.

Una vez en el Ebáis, la adolescente recibirá atención por parte de un médico general, con acompañamiento de psicología y trabajo social. Además, contará con ultrasonidos periódicos que serán analizados por un ginecólogo.

Dicho protocolo está incorporado en el Manual Teórico para la Atención Integral al embarazo, parto y posparto en la Red de Servicios de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), específicamente en el apartado de Abordaje diferenciado y amigable a la adolescente en condición de embarazo, parto y posparto.

El manual precisa que, al considerar los riesgos existentes por un embarazo en la etapa temprana de la adolescencia, toda adolescente menor de 13 años deberá ser atendida por un especialista en gineco-obstetricia durante todo el control prenatal, parto y posparto.

Denuncias al PANI y al OIJ

Además de la atención médica y los controles programados, se realiza un perfil de la adolescente para determinar si existen condiciones de vulnerabilidad que impliquen involucrar a otras instituciones como el Instituto Mixto de Ayuda Social, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Ministerio de Educación Pública o el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuando exista sospecha de que hubo una violación.

En el caso que trascendió recientemente, es un hecho que se trataba de una violación, pues la niña tenía 12 años cuando quedó embarazada.

Esto obliga a quien primero se entere de la situación a alertar al PANI y al OIJ, para garantizar la seguridad física, emocional y psicológica de la menor y su bebé.

Durante el control del embarazo, se procurará que la menor reciba educación en salud integral, lo que incluye el curso de preparación para el parto, lactancia materna, cuidados del recién nacido, anticoncepción, maternidad y paternidad corresponsable y segura.

Si la niña no tiene acompañamiento en su casa o está en condiciones de vulnerabilidad o riesgo, desde el mismo centro de salud se coordina con las entidades correspondientes para ofrecerle una alternativa familiar donde se sienta cómoda o, si no existe esa opción, en un albergue, precisó Peralta.

Una guía especializada en niñas

La especialista reconoció que el país trabaja en una guía de atención de niñas embarazadas en la adolescencia temprana, es decir, antes de los 14 años. Según expresó, esto permitiría una atención mucho más detallada y particular de las menores, pues ellas están menos preparadas para enfrentar un embarazo a tan corta edad, con respecto a adolescentes mayores de 16 o 17 años.

Por ejemplo, usualmente deben dar a luz por cesárea, pues la labor de parto para niñas de 12, 13 o 14 años es dificilísima, explicó Peralta.

En esa guía diferenciada, se establece que la atención se ofrezca específicamente en los hospitales nacionales y se incorporaría la atención de un médico pediatra, que vigile la salud de la niña y atienda condiciones particulares, como el riesgo de anemia.

Dicha guía ya está redactada, pero está pendiente la revisión del documento por parte de otros especialistas que no hayan participado en su elaboración, para analizar ajustes o darle el visto bueno. El documento fue coordinado desde la Oficina de la Mujer, adscrita a la gerencia médica de la Caja.

Se desconoce la fecha en la que estará publicada, pero la expectativa es que sea pronto, indicó Peralta, quien participó en el proceso.