Un hombre, identificado con los apellidos Rojas Santamaría, fue condenado a 50 años de prisión por el homicidio de dos austriacos ocurrido el 25 de diciembre del 2009 en Dos Brazos de Puerto Jiménez de Golfito.
La Fiscalía de Golfito logró comprobarle su participación en un doble homicidio. Las pruebas recabadas durante el proceso de investigación fueron contundentes para que el Tribunal declarara culpable al costarricense por dos delitos de homicidio calificado y uno de robo agravado.
Este mismo caso fue llevado a juicio, por primera vez, el 4 de junio del 2013, sin embargo el Tribunal absolvió al imputado por duda. No obstante, tras una apelación presentada por la Fiscalía ante el Tribunal de Apelaciones de Cartago, este órgano declaró con lugar el recurso, anuló la absolutoria y ordenó que se realizara un nuevo juicio. El segundo debate se desarrolló entre el mes pasado y este.
Según se logró demostrar en la investigación, uno de los austriacos, quien tenía al menos 20 años de vivir en el sector de Dos Brazos, había sido visitado por su amigo y coterráneo. Rojas Santamaría ingresó a la casa donde permanecían ambos y los asesinó golpeándolos en la cabeza y ocasionándoles una fractura en el cráneo, de acuerdo con el resultado de la autopsia.
El móvil identificado fue el robo, ya que la investigación demostró que, tras el doble homicidio, el imputado se apoderó de los bienes del dueño de la vivienda. Por ejemplo, vendió una máquina chapeadora, utilizó el carro y las tarjetas de débito de la víctima. Incluso, tres días después de los hechos, Rojas realizó cerca de 28 transacciones en el cajero automático de un banco de Puerto Jiménez, y retiró un total de $5.743 dólares.
En las conclusiones, la Fiscalía solicitó la pena de 35 años de prisión por cada homicidio calificado y 10 años por el robo agravado, los cuales, finalmente, fueron adecuados a 50 años de cárcel, pena máxima en Costa Rica. El Tribunal también acogió la solicitud de la Fiscalía de Golfito, para que el acusado permanezca seis meses en prisión preventiva mientras queda en firme la sentencia condenatoria.