Un juez del Tribunal Penal de Limón denunció, en setiembre del 2010, que la jueza coordinadora Rosa Elena Gamboa los habría presionado para resolver un caso por tráfico internacional de drogas, el cual se llevaba a cabo en ese mismo mes.
Sin embargo, el Tribunal de la Inspección Judicial no pudo probar que Gamboa los hubiese coaccionado, con el fin de que fallaran de una forma determinada el proceso, por lo que declararon sin lugar la causa disciplinaria, en abril del 2011.
La Nación realizó varias publicaciones en relación con esas denuncias, y la jueza Rosa Elena Gamboa interpuso una querella contra este diario por delitos contra el honor, el 16 de octubre del 2012. El juicio está programado para finales del próximo mes.
En la denuncia se explica que el 16 de setiembre del 2010, Gamboa se topó con dos compañeros, los jueces Carlos Cartín Solís y Rónald Abarca Solano. A ellos les comentó que, como uno de los defensores dijo que duraría mucho en las conclusiones, debían terminar el debate al día siguiente, deliberar sábado y domingo y limitar a la defensa en el tiempo de conclusiones. La jueza lo habría amenazado con denunciarlos a la Inspección Judicial si no lo hacían así, pues el debate debía cumplir un plazo señalado por el Tribunal de Casación.
Ellos le comentaron la situación al juez Juan Pablo Carpio Álvarez, quien denunció a la jueza.
No obstante, los otros dos jueces (Cartín y Abarca) declararon que no compartían lo interpretado por el juez Carpio en la denuncia, ya que ella solo los aconsejó y les recordó la posible normativa por aplicar, pero sin generar presión ni amenazas.