Colegialas afirmaron que chofer aceleraba cada vez más

Dicen que hacía ‘cambios de motor muy rápidos’ y solo vieron luces del carro

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San Ramón. Dos jóvenes víctimas del atropello en el que murieron cinco colegiales del Liceo Julio Acosta García afirmaron ayer que, segundos antes de ser golpeadas, escucharon que el chofer del auto que las atropelló aceleró.

Alexia Alpízar Villegas y Liria Morales Ramírez testificaron ante el Tribunal Penal de San Ramón, como parte del juicio que se sigue a un policía penitenciario de apellido Chavarría (27 años), quien fue acusado por la Fiscalía de homicidio culposo y lesiones culposas.

Las jóvenes sostuvieron que estaban con sus amigos en el lado izquierdo de la carretera, algunos sobre el césped y otros en la orilla de la vía, cuando se dieron cuenta de que un automóvil se acercaba.

“Yo me quedé de pie junto con otros compañeros. Vi un automóvil haciendo el alto; después de eso venía en el carril derecho, luego volví a ver porque hacía cambios de motor muy rápido y aceleraba cada vez más, pero ya el carro estaba muy cerca y no pude reaccionar de moverme, caigo al suelo”, relató Morales ante el Tribunal.

Su versión coincidió con lo que testificó más tarde su excompañera Alpízar, quien dijo que dos de los muchachos fallecidos se encontraban tocando guitarra en el momento de ser embestidos.

“(...) al pasar el alto que se encuentra por bar Kalua’s, el carro sonó como cuando hacen los cambios en la película Rápidos y Furiosos ; era un sonido muy fuerte y lo único que vi fueron las luces del carro; caí inconsciente, no lograba ver ni escuchar nada”, expresó la joven ante los jueces.

Como consecuencia del golpe murieron Dennis Méndez Varela, Luis Alonso Solís Briceño, Angie Patricia Miranda Méndez, Iván Elizondo Rodríguez y Joxiny Hidalgo Gamboa. El accidente ocurrió el 20 de julio del 2011.

Los jóvenes terminaban una serenata colegial y esperaban que empezara un desayuno, previsto para las 5 a. m., cuando los atropelló el automóvil.

Consecuencias. Como resultado del atropello, Morales sufrió una fractura expuesta y una trombosis en la pierna derecha, más un hematoma en la cabeza.

La joven asegura que debido al accidente debió suspender sus estudios de Ingeniería en Ciencias Forestales, que cursaba en la Universidad Nacional, pues era preciso estar en reposo.

Contó que tras el mortal percance, ella no puede correr, caminar rápido o realizar algún tipo de deporte. Por eso buscará cambiar de carrera.

Por su parte, Alpízar sufrió lesiones en la pierna izquierda, un hematoma, así como fracturas de pelvis y clavícula. Cuando ingresó al hospital tras el accidente le removieron el bazo pues tenía una hemorragia interna. Además, la joven dijo que todavía padece secuelas psicológicas.

“Sigue siendo muy difícil ver la luz de un coche en la noche, oír la ambulancia, escuchar gritos, incluso alguien que grite mi nombre me espanta”, expresó Alpízar.

El juicio por la muerte de los cinco colegiales se mantendrá hasta el 21 de febrero.