Un joven de 19 años se sentará desde este lunes en el banquillo de los acusados, como sospechoso de los asesinatos de Fernanda Sánchez Aguilar, de 31 años, y su hija Raisha, de 12 años, los cuales ocurrieron en julio del 2020, en San Pablo de León Cortés, en San José.
Madre e hija aparecieron en un zacatal, con golpes mortales en la cabeza, a 200 metros de su vivienda, la cual había sido incendiada a propósito, posiblemente por los homicidas.
Meses después, las pesquisas judiciales permitieron asociar con los crímenes a la pareja de Sánchez, un hombre de apellidos Ríos Garro y a un adolescente que sería cómplice de los hechos. Este último será quien acudirá a juicio el próximo lunes, en el Tribunal Penal Juvenil de Cartago.
El joven será juzgado bajo la ley penal juvenil, pues era menor de edad cuando habría participado en el ilícito. Por esa misma razón, el juicio será privado, sin acceso al público o la prensa. La información del debate fue suministrada por Xavier Sánchez, hermano y tío de las víctimas.
El proceso contra Ríos Garro se tramita en un expediente aparte. La Nación consultó si hay fecha para debate en contra de este hombre de 53 años, pero al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.
Fernanda Sánchez y su hija Raisha fueron encontradas sin vida el 30 de julio del 2020 en un precipicio usado para quemar basura, cerca de su vivienda, luego de que esta se incendió. Sus cuerpos fueron remitidos a la Morgue Judicial, donde la autopsia permitió determinar que ambas presentaban golpes con objetos contusos en el cráneo.
“Por medio de las diligencias, los investigadores judiciales lograron vincular a estos dos masculinos como los sospechosos del doble homicidio (...). Se presume que el móvil obedece a temas relacionados con violencia doméstica”, indicó la Policía Judicial.
Ríos Garro fue detenido el 16 de noviembre del 2021 y fue liberado dos días después, lo que fue criticado por la Fiscalía y los familiares de las víctimas.
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Ríos, quien labora como maestro de obras en construcciones, fue detenido cuando circulaba en su carro por Carrizales de León Cortés y, de manera simultánea, los agentes capturaron en vía pública a su presunto cómplice, un pariente de Ríos que fue detenido en Portalón de Quepos.
La captura surgió luego de que familiares de las mujeres organizaran marchas e insistieran ante las autoridades para que el caso no quedara impune.