Carlos Cerdas, dueño de MECO, salió de cárceles judiciales

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El dueño de la constructora MECO, Carlos Cerdas Araya, salió de celdas del Organismo de Investigación Judicial este lunes a las 6:15 p.m., tras haber sido detenido por el Caso Cochinilla.

La información fue confirmada por Erick Ramos, uno de sus abogados.

Cerdas se mantenía en celdas del Segundo Circuito Judicial de San José desde el lunes 14 de junio, luego de que se le detuviera como sospechoso de posibles actos de corrupción con contratos de obra vial en el país.

Este sábado, en horas de la tarde, la jueza Carolina Lizano le había impuesto una fianza de $5 millones para poder quedar en libertad.

Su liberación se concretó hasta este lunes, pues la Fiscalía estableció que se debía verificar primero que los bienes ofrecidos como fianza realmente cumplían con la expectativa del Juzgado Penal.

Además de la caución, Cerdas tiene impedimento de salida del país, no puede acercarse a testigos, ni a las oficinas del Consejo Nacional de Vialidad o a cualquier aeropuerto, según precisó Ramos desde el sábado anterior.

Quien sí permanece en la cárcel Vilma Curling es Mélida Solís Vargas, propietaria de la constructora H Solís.

Según indicó su abogado, Erick Gatgens, este lunes quedó seleccionado el perito del Poder Judicial que verificará las propiedades que se ofrecieron en garantía.

Agregó que esperan que, a más tardar el miércoles, su representada sea liberada. A ella se le impuso una fianza de $3 millones.

Antecedentes

Este expediente, conocido como Caso Cochinilla, investiga posibles dádivas a funcionarios públicos y otros delitos, para beneficiar a las empresas MECO y H Solís en la adjudicación y ejecución de contratos de obra vial.

De acuerdo con el expediente, por esta presunta malversación de fondos se habría creado un déficit de ¢78.000 millones entre los años 2018, 2019 y los primeros trimestres del 2020.

Otros 28 detenidos por este asunto quedaron en libertad con o sin medidas cautelares.

En el caso de Ángel Tobías Arce Alpízar, quien según el OIJ fungía como mensajero de presuntas dádivas de 11 proveedoras del Conavi, se ordenó el uso de tobillera electrónica.

Por su parte, Sonia Solís, hermana de Mélida Solís, quedó con impedimento de salida del país, entrega del pasaporte y con la obligación de firmar en el despacho judicial.