Un muchacho de 16 años murió en la madrugada de ayer, horas después de recibir un balazo en el pecho durante un tiroteo de un grupo de jóvenes con oficiales de la Fuerza Pública.
El menor falleció en el Hospital San Juan de Dios, según informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El enfrentamiento con la Policía ocurrió en residencial Tiribí, en San Felipe de Alajuelita, el martes a las 9 p. m.
Al parecer, ese día, el joven intentó asaltar a varias personas, según dijo ayer la Oficina de Prensa del OIJ.
Debido a ello, las autoridades llegaron al sitio de los hechos.
“Recibimos la alerta de asaltos a autobuses y peatones. Al llegar al lugar, nuestros oficiales fueron recibidos con detonaciones y, por eso, respondieron con disparos hacia el suelo”, dijo Jimmy Cervantes, jefe de la delegación de la Fuerza Pública en Alajuelita.
Por su parte, la Fiscalía inspeccionó las armas de los policías que participaron en la balacera. “Es parte de las investigaciones de Balística, hubo disparos y es necesario el estudio”, afirmó Cervantes.
Malestar. Entre tanto, familiares y vecinos de la víctima expresaron su molestia por la reacción de los policías y la labor de la Cruz Roja.
“Primero, los policías aquí siempre llegan con violencia, y ayer (el martes) ellos fueron quienes comenzaron con la balacera. Segundo, la Cruz Roja tardó media hora en llegar y, cuando lo hicieron, lo trataron como un perro”, expresó Dora Valverde, vecina del lugar.
Otro aspecto que reclaman los vecinos es que las autoridades comunicaron que el joven murió en el Hospital, pero, según ellos, falleció en la entrada de la alameda número 10, donde vivía.
“Los cruzrojistas no lo atendieron como debían, él no murió en el Hospital. Aquí, ya él decía que se estaba ahogando. Se le hundió el estómago y yo le cerré los ojos. Él murió aquí”, agregó Valverde.
La madre del menor señaló que su hijo estudiaba en un instituto de educación abierta, y que en varias ocasiones le dijo que la Policía lo quería matar. “Solo quiero que me ayuden a saber que el disparo no fue a matar, que no fue al propio; él lo veía venir”, añadió.