“A usted no le queda más camino que aceptar que le ‘cuiden’ su carro las bandas de jovenzuelos que se han enseñoreado (como las ventas ambulantes), de puntos importantes de la capital”.

“Si no acepta, su carro aparecerá desinflado, con los cristales rotos o con la pintura arruinada, con clavos, u otros instrumentos afilados”, publicó La Nación en un reportaje especial del 8 de febrero de 1971.

De acuerdo con el periódico, “los tachuelas”, quienes originalmente no causaban daño, habían evolucionado bajo la dirección de pequeños delincuentes y, en algunos casos, se convirtieron en verdaderas amenazas.

Los jóvenes guachimanes se las ingeniaban para saber dónde había un baile, en qué iglesia habría una boda importante con carros y conocían al dedillo los sitios donde se efectuaban reuniones de gente que se movilizaba en autos.

Entonces llegaban y les decían a los conductores: “Don, ¿le cuido el carro?”. La persona tenía que aceptar y le cobraban alrededor de un colón. Si no pagaba, le costaba más caro.

Donde se encontraban más profusamente distribuidos esos jóvenes era en los cines. Allí ocurría un fenómeno muy curioso: había “tachuelas” que tenían demarcadas ciertas zonas de la calle donde los choferes no podían estacionar los autos.

“El campo está ocupado”, les decían, y no se quitaban del lugar a menos de que el conductor ofreciera pagar un extra por el espacio y el cuido del vehículo.

Los niños y jóvenes que se dedicaban a esta actividad no iban a la escuela y se enfocaban en cuidar sus terrenos o en desmantelar carros para robar piezas vitales, publicó el diario en aquella época.

En otras noticias:

Nacieron trillizos en la Maternidad Carit

La señora Digna Portuguez Chinchilla de Fallas, vecina de Santa Juana de León Cortés, dio a luz trillizos en la Maternidad Carit, donde se encontraba internada desde hacía varios días.

Los trillizos, dos niñas y un varón, nacieron a las 4:45 p. m. el primero, 5 p. m el segundo y 5:05 p. m. el tercero.

El último en nacer fue el niño con un peso de 1.440 gramos. Por su parte, las niñas pesaron 1.400 y 1.480 gramos, respectivamente.

La señora Portuguez y su esposo, Estanislao Fallas Cordero, habían tenido 10 hijos, de los cuales nueve estaban vivos.

Brasil atravesaba crisis cafetalera

Brasil atravesaba una crisis cafetalera y la Organización Internacional del Café (OIC) tuvo que reducir sus cuotas de exportación para salvar el país, según un editorial del diario O Estado de Sao Paulo.

El comentario instó a reducir a 48 millones de sacos la cuota de exportación de la OIC para 1971, establecida el año anterior en un total de 54 millones de sacos de 60 kilogramos.

En enero, Brasil y otros países productores latinoamericanos y africanos recomendaron, tras una conferencia efectuada en Río, que la OIC sostuviera una reunión de emergencia para reducir cuotas.