Histórico fallo suspende 30 años a notaria por simular adopciones

Viceministro de Gobernación celebra sentencia y la califica de ejemplar

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El Juzgado Notarial suspendió 30 años en el ejercicio del notariado a Ileana Chaves Portilla, por simular que tres extranjeros adoptaron niños ticos con el propósito de evitar la deportación.

La medida disciplinaria, considerada histórica, la tomó el juez Everardo Chaves Ortiz, en una resolución del 24 de diciembre del 2010, cuando resolvió una denuncia que presentó la Dirección de Migración y Extranjería el 11 de noviembre del 2008.

Carlos Quesada Montero, coordinador de Trámite Notarial en la Dirección Nacional de Notariado, manifestó que la sanción es “histórica” pues dijo no recordar una medida disciplinaria tan alta para un notario.

Agregó que Chaves no apeló la sentencia de primera instancia, lo que significa que el fallo quedó en firme.

“Solo estoy esperando la notificación del Juzgado para inhabilitarla en el ejercicio como notaria (persona autorizada para inscribir documentos públicos)”, manifestó Quesada.

Mario Zamora, viceministro de Seguridad, dijo que este tipo de sanciones evidencia que los mecanismos de adopción no pueden ser usados para la legalización de personas extranjeras en Costa Rica y que el uso incorrecto de la figura de adopción entraña para el notario este tipo de sanciones.

La Nación intentó localizar a Ileana Chaves, pero no respondió o no le pertenecen los teléfonos asignados a su nombre. Tampoco su padre supo cómo localizarla.

Antecedente. Este asunto trascendió en noviembre del 2009, cuando Migración denunció que tres jamaiquinos arrestados en condición migratoria irregular evitaron, de momento, la deportación cuando reconocieron como hijos propios a niños ticos.

Migración atribuyó a la notaria Ileana Chaves la certificación de que los caribeños, de apellidos Hill, McCalla y Robins, tenían hijos ticos y que, por tanto, no se les podía sacar del país.

En el caso de Hill, fue arrestado como ilegal el 11 de febrero del 2009, por lo que fue llevado al Centro para Extranjeros en Tránsito, en Hatillo. Poco después, presentó una certificación de que era padre de un niño nacional, que adoptó el 17 de marzo del 2009. Ese documento aparecía como firmado en la oficina de Chaves, situada en el centro de la ciudad de Limón.

Migración demostró que entre febrero y el 17 de marzo, Hill nunca salió del Centro para Extranjeros, ni tampoco la notaria Chaves lo visitó en prisión.

Para Migración, la notaria Ileana Chaves cometió anomalías en la confección y autorización tanto en el reconocimiento del niño, hecho por Hill, como en los de McCalla y Robins, que eran similares.

El juez Everardo Chaves, al dictar la sentencia, determinó que la notaria no presentó pruebas de descargo y calificó a Ileana Chaves como “responsable de confeccionar, autorizar y expedir el testimonio de tres reconocimientos de menores que no presenció”.

El juzgador calificó las faltas como “gravísimas” y estimó que merecen la imposición del extremo mayor de la suspensión en el ejercicio de la función notarial.

El juez anuló las adopciones, por lo que los niños, hijos de indigentes, deberán registrarse con los apellidos originales. Zamora confirmó que los jamaiquinos fueron deportados poco después.

Entre tanto, la oficina de prensa del Ministerio Público comunicó que se mantiene abierta una causa penal en la Fiscalía de Limón contra la notaria Chaves por el delito de falsedad ideológica.