Siquirres. Tres encapuchados tendieron una emboscada en un puente al hijo de un empresario radiofónico cuya vida arrebataron a balazos.
Los malhechores hirieron a Jorge Andrés Hernández Quesada en un hombro y en la ingle. La afectación de la arteria femoral produjo que el muchacho, de 22 años, perdiera mucha sangre en cuestión de minutos.
El fallecido era hijo del empresario Jorge Hernández Ramírez, dueño del Grupo Radiofónico Omega S. A.
El joven laboraba en la gasolinera de una compañía de alquiler de maquinaria pesada. El día del ataque (martes) trabajó allí hasta las 10 de la noche. Luego de eso, se dirigió a un bar.
En el momento del ataque –ocurrido en Portón Iberia, en el distrito siquirreño de Florida– el muchacho regresaba a su casa junto a su novia y un primo de esta. Hernández conducía un Nissan B-13, modelo 1994.
A eso de las 11:30 p. m., tres encapuchados salieron al paso del carro. Todos portaban armas cortas.
Los malhechores hicieron que los acompañantes se bajaran. Hernández, de acuerdo con voceros del OIJ, intentó escapar.
Balazos. Los homicidas abrieron fuego. “Por ese lugar pasó una patrulla como cinco minutos antes. Ellos (los policías) llegaron muy rápido. El carro estaba a unos 200 metros de la vía (en un potrero).
“El muchacho estaba herido. Pedía ayuda. No dijo nada de las personas que le dispararon”, señaló Sergio Cubillo, jefe de la Fuerza Pública de Siquirres.
De acuerdo con el agente Jean Smith, al conductor lo encontraron en un matorral.
El OIJ informó de que el joven condujo herido unos 700 metros hasta el sitio donde dejó el carro.
El jefe policial Cubillo indicó que emboscadas de ese tipo se registraron meses atrás en Pococí, pero esta es la primera que se conoce en Siquirres. La Policía Judicial levantó algunas huellas en el retrovisor y en el parabrisas del Nissan.
Las autoridades no tenían ayer claridad sobre el móvil del crimen, aunque sospechan que los homicidas pretendían apoderarse del vehículo.
Alexánder Hernández, hermano del joven asesinado, dijo ayer que la familia no estaba en condición de dar declaraciones.
Lo mismo pasó con los compañeros de labores de Hernández.
El joven aparece como empleado de la Corporación Radiofónica Alfa y Omega hasta octubre del 2010. Era padre de una niña de escasos tres años.