Hace dos años, los dos hermanos que vivían en los contenedores que ardieron ayer, habían reparado el techo de la estructura en la que murieron calcinados.
Así lo señaló Antonio Álvarez, vecino colindante de la finca conocida como “Pipasa”, en Herradura de Jacó, Garabito, donde ocurrió el siniestro en el que murieron, además, dos menores, de siete y 14 años.
Evelio Villalobos, padre de los jóvenes Johnnatan y Meikel Villalobos Miranda, de 22 y 23 años, declaró que ellos vivían ahí desde hace 17 años.
Inicialmente, los dos hermanos convivían con sus padres, pero, en junio del 2005, la madre falleció y el padre decidió trasladarse a vivir a otro lugar.
“Yo cuidaba esa finca, que es de unos gringos, y, cuando mi esposa murió, yo me fui a vivir a Bijagua, en Upala”, manifestó.
El padre recordó que hace 15 días los había ido a visitar a los contenedores. Comentó que sus hijos trabajaban en soldadura.
“Eran lo más lindo que tenía”, declaró.
Otro de los hijos de Villalobos, no identificado, acudió ayer a la finca Pipasa, tras enterarse de la muerte de sus hermanos, pero no conversó con la prensa.
Cinthya Orozco, vecina de la zona, comentó que ayer observaron a lo lejos una explosión y llamaron al sistema 9-1-1.
“Unos 20 minutos después llegaron los bomberos. Fuimos al sitio varias personas, y los candados estaban puestos en las puertas de los contenedores”, dijo.
Villalobos aseguró desconocer quiénes podrían ser las dos menores que también murieron en el hecho.
Las autoridades judiciales aún no han informado sobre si los hermanos tenían algún vínculo con las otras víctimas.