San José (Redacción). El director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade, calificó de positiva la acción de los ciudadanos en asumir los consejos de los cuerpos policiales para reducir robos a casas, vehículos y otros bienes, situación que, según dijo, se ha evidenciado en los últimos dos años durante la Semana Santa.
“Se está generando la dinámica de que alguien responsable y de total confianza mantenga el cuido de las casas y también en las playas la gente mantiene contacto con las pertenencias y se cuida con la ingesta de licor que genera tanto fallecimiento por inmersión” afirmó este miércoles en entrevista con la emisora adn 90.7 FM.
Según Andrade hay patrullajes constantes en zonas residenciales, pero insiste en que la gente no cometa errores que alerten a la policía de que no hay nadie.
Uno de los errores más comunes es que la gente deja las luces encendidas de miércoles a sábado, lo que hace ver que no hay nadie.
Otro error que señaló el jefe policial es dejar el televisor encendido a todo volumen lo que, lejos de ahuyentar a los ladrones, les alerta de que la casa está vacía.
“Con eso están vendiendo la casa, la están exponiendo en demasía”, dijo Andrade.
Recomendó mantener siempre la dinámica de la vivienda buscando personas de confianza que apaguen y enciendan luces, que recojan el periódico, las hojas de los árboles y que saquen la basura, entre otras cosas.
No se debe cometer el error de decirle al “guachimán” o persona de seguridad del barrio que se va a estar ausente cierta cantidad de días creyendo que eso es suficiente.
“Yo he insistido en que más bien la gente que le vende seguridad en forma privada a los barrios debe cuidar estén o no estén los moradores, pero la dinámica de la casa debe estar en manos de alguien de confianza” acotó.
Según Andrade, últimamente han detectado gente que coloca volantes o papeles entre los portones donde ofrecen pizzas u otros bienes para ver si marcan la vivienda. Arrollan el papel de publicidad cerca del llavín y si pasan dos días y el papel sigue ahí esa casa les queda “marcada” para los delincuentes como una vivienda sin vigilancia a la cual pueden entrar.