El Ministerio Público está a la espera del resultado de la autopsia al feto de una bebé hallado en un inodoro del Colegio San Luis Gonzaga, en Cartago, para una posible acusación a una joven de 17 años.
El fiscal adjunto de Cartago, Edwin Retana, explicó que lo fundamental en este caso es determinar si la bebé nació con vida o muerta.
Además, manifestó que para una posible acción judicial se deben tomar en cuenta otros aspectos, como el comportamiento de la madre antes y después del hallazgo del cuerpo. Asimismo, dijo que es necesario saber si ella actuó sola o bajo la influencia de otra persona.
Retana dijo que, con base en todas las pruebas que logren recabar, será la Fiscalía Penal Juvenil la que determine si cabe alguna acción penal contra la colegiala, que hasta ayer permanecía internada en salas del Hospital Max Peralta, en Cartago. Ella se encontraba ayer en buen estado de salud, pero, al parecer, afectada emocionalmente.
Antecedente. El hallazgo de la bebé se produjo el jueves a las 12:30 p. m. en los servicios sanitarios para mujeres del San Luis Gonzaga.
La información oficial detalló que “algunas personas” escucharon primero una especie de quejidos o gemidos, lo cual les produjo temor y preocupación.
Luego fue un funcionario que se encarga de la limpieza del colegio quien descubrió la bebé en la taza, así como otros restos humanos en el mismo sanitario.
El cruzrojista Miguel Masís, quien se presentó el jueves para atender el caso, dijo que cuando llegó no había nada que hacer.
Agregó que se trataba de una niña y, según su experiencia como paramédico, pudo haberse ahogado en el agua del servicio sanitario.
Francisco Segura, director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo ayer que la menor, después de dar a luz, fue llevada por los padres al hospital.
El jefe policial manifestó que antes de mencionar qué podría haber sucedido con el parto, será necesario que los médicos forenses realicen la autopsia a la bebé, que tenía entre siete u ocho meses. Señaló, además, que se requiere practicar un examen tanto a la placenta como a la muchacha.
Agregó que ahí se podrá determinar la posibilidad del uso de algún abortivo.
Francisco Segura, consultado sobre el hecho de que, al parecer, la colegiaba había ocultado el embarazo, dijo: “Las compañeras lo sabían y un embarazo de siete u ocho meses es difícil de ocultar”.
Asimismo, dijo que se decomisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, de las que se espera obtener información que ayude en las pesquisas.
Calificación legal. El fiscal Edwin Retana dijo ayer que, si durante la investigación se comprueba una acción delictiva, a la menor se le podría atribuir alguno de dos delitos, que tienen pena de cárcel. Empero, advirtió que la sanción sería de acuerdo con lo que establece la Ley de Justicia Penal Juvenil.
Señaló que en un caso podría vinculársele con el delito de aborto procurado, que se presenta cuando la mujer consiente o causa su propia interrupción del embarazo.
El artículo 119 del Código Penal reprime ese delito con prisión de uno a tres años.
La otra calificación, dijo el fiscal, podría ser el de homicidio especialmente atenuado.
El inciso tres del artículo 113 del Código Penal sanciona con de uno a seis años de prisión “a la madre de buena fama que, para ocultar su deshonra, diere muerte a su hijo dentro de los tres días siguientes a su nacimiento”.
Retana insistió en que, en todo caso, se debe esperar la autopsia.