Managua. AP El empresario Henry Fariñas, involucrado en un ataque en Guatemala en el que murió el cantautor argentino Facundo Cabral, y 21 personas más fueron declarados culpables de lavado de dinero, delincuencia organizada y narcotráfico.
La jueza nicaraguense Adela Cardoza dictó el fallo el miércoles por la noche a 22 de las 24 personas acusadas; sin embargo, las sentencias que deben descontar se dictarán el 12 de octubre.
La Fiscalía pidió para el empresario 20 años de prisión por narcotráfico, siete por lavado de dinero y entre siete y 14 años por crimen organizado.
El proceso se inició el 22 de agosto y contó con las declaraciones de más de 70 testigos. Fariñas ha dicho que él era el verdadero blanco del ataque del 9 de julio del 2011 en Guatemala, en el que murió el trovador argentino.
Fariñas sobrevivió a una herida de bala que recibió en el ataque perpetrado por sicarios supuestamente pagados por su socio costarricense Alejandro Jiménez, alias Palidejo, quien está preso en Guatemala por asesinato.
Fariñas llegó vistiendo camisa blanca impecable y se sentó en la sala, en la primera fila junto a su hermana Karla. El empresario se persignó y permaneció impasible mirando hacia abajo.
Cuando le dieron la palabra, dijo, micrófono en mano: “ La Policía me ha satanizado, me investigaron en Guatemala porque fui víctima del atentado. A los que me hicieron el atentado que se haga la voluntad, los perdono, y a los que me hicieron esto también, aquí no ha quedado plenamente demostrado (nada)” .
Entre los condenados están dos hermanos de Fariñas y Julio Osuna, vinculado a la red criminal que facilitaba documentos de identidad nicaraguense falsos.
Según la acusación, Fariñas y el Palidejo pertenecían a una red que traficaba drogas en Centroamérica para el grupo colombiano Los Fresas, que tendría como destino final la banda mexicana Los Charros, ligada al cartel de la Familia Michoacana.
Los fiscales dijeron que varios narcotraficantes creían que Fariñas los había traicionado y trataron de matarlo mientras él acompañaba a Cabral después de un concierto en Guatemala que Fariñas organizó. Los únicos dos absueltos fueron William Vargas, por falta de pruebas, y Carolina Vásquez, quien admitió los hechos y fue una testigo clave para demostrar los vínculos de los otros procesados.