El proceso de extradición del ambientalista Paul Watson dificulta que él regrese voluntariamente desde Alemania para conciliar con los pescadores que lo denunciaron por peligro de naufragio en abril del 2002.
Así lo explicó su abogado en nuestro país, Federico Morales, quien sostuvo que la extradición está obstaculizando la voluntad de las partes para llegar aquí a un arreglo por los daños que sufrió la embarcación Varadero I.
Según explicó, el capitán Watson nunca pretendió evadir el proceso judicial durante los últimos diez años. “Al contrario, él está haciendo todo lo que está a su alcance por ajustarse a derecho”, añadió.
También sostuvo que el capitán quiere regresar al país cuanto antes, de manera voluntaria, pero el impedimento de salida que dictó el Tribunal Regional de Fráncfort atrasa su venida.
El Tribunal Penal de San José dijo ayer que ya tiene listos la acusación y el exhorto, pero están en revisión final para ser enviados, por vía diplomática, a Alemania.
Según señaló el Tribunal mediante su Oficina de Prensa, la ley de extradición no prevé una salida tan sencilla como la plantea la defensa, sino que solamente se podría realizar la extradición voluntaria (el trámite se simplifica y la persona requerida accede a ser entregada al Estado solicitante).
Alexis Cornelissen, capitán del Sea Shepherd, está en Costa Rica e indicó ayer que esta organización pretende revivir la cooperación con la Isla del Coco para otorgar un sistema de detección automática de barcos pesqueros ilegales, educar a la población e impulsar legislación ambiental en contra del aleteo de tiburones.