Expolicías ligados con otro crimen

Reconocimiento se logró con pruebas de ADN

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A un año del hallazgo de dos cuerpos decapitados en un barranco del Parque Nacional Braulio Carrillo, cuatro exagentes del OIJ fueron detenidos, por segunda vez, como presuntos homicidas. Ahora, por el asesinato de Johnny Quesada Vargas.

Los restos de Quesada --de 28 años--, conocido con el alias de 41, fueron hallados el 31 de julio de 1994, seis kilómetros al este del túnel Zurquí, en la carretera a Guápiles, junto al cuerpo del finquero Ciro Monge Mena.

El viernes fueron apresados como sospechosos de este segundo crimen los expolicías judiciales Rándall Rodríguez Masís, Mauricio García Reyes y Giovanny Jiménez Chacón, quienes permanecen en las celdas judiciales de Cartago.

También figura como acusado Minor Quesada Mora, quien desde el 30 de junio se encuentra en la Unidad de Admisión de Heredia, por presunta venta de estupefacientes.

La captura de aquellos fue dada a conocer ayer a las 3:10 p.m. por el jefe de operaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wílliam Cascante, quien leyó un breve comunicado del director de ese cuerpo policial, Manuel Alvarado, en el que se prometió que el lunes ampliarán los datos.

Rodríguez, García y Minor Quesada fueron procesados el 29 de agosto de 1994 por homicidio calificado en perjuicio de Ciro Monge Mena. Entretanto, el Juzgado Segundo de Instrucción dictó, en esa ocasión, falta de mérito a favor de Giovanny Jiménez Chacón.

Nuevamente, a esa instancia judicial correspondió requerir al grupo por el crimen el Johnny Quesada Vargas.

Gracias al ADN

La identificación de los restos de Quesada Vargas se logró tras comparar el ácido desoxirribonucleico (ADN) o moléculas de la herencia, obtenido de los huesos encontrados en el barranco, con los patrones genéticos, posiblemente, de sus familiares. No obstante, el comunicado no precisó el procedimiento.

Dichas pruebas se realizaron en laboratorios de la Universidad de Costa Rica, donde funcionan el Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y el Instituto Nacional de Investigaciones en Salud (INISA), que trabajan en esta materia.

Con este método se determinó que el cuerpo sin cabeza y sin una mano, encontrado junto al de Ciro Monge, por dos hombres que iban en romería hacia la Basílica de Los Angeles, pertenecía a Johnny Quesada.

Según informes judiciales obtenidos por La Nación desde octubre del año pasado, a 41 no se le conoció oficio, solo se le veía deambular por el centro de Siquirres, aunque era originario de Turrialba, Cartago.

Nunca se le vinculó con el tráfico de drogas pero, al parecer, era adicto al crack y a la marihuana.

Un testimonio

La primera información sobre la posible identidad del segundo cuerpo fue suministrada por un hombre conocido como Memín, quien declaró ante el Juzgado Segundo de Instrucción de Cartago en la última semana de setiembre de 1994.

Memín, de 17 años y amigo del occiso, dijo a las autoridades que él fue detenido junto con Quesada a principios de mayo de 1994 por los agentes del OIJ de Siquirres.

En esa oportunidad, la captura estuvo a cargo, presuntamente, de Minor Quesada, entonces subjefe de la oficina policial de ese cantón limonense, y de sus subalternos Rándall Rodríguez y Mauricio García.

El testigo agregó que su amigo fue llevado a la sede del OIJ, donde lo golpearon violentamente y poco después escuchó una detonación. Luego, narró el joven, los agentes le advirtieron que no comentara lo sucedido y que abandonara su casa en Siquirres.

Sin embargo, en ese momento, las autoridades insistieron en que 41 estaba registrado como desaparecido y no se podía hablar de asesinato. Ahora, la historia es diferente y las declaraciones de Memín parecen confirmarse.

Colaboró en esta información Fernando Gutiérrez, corresponsal de La Nación.

Destino común

El finquero Ciro Monge Mena y Johnny Quesada Vargas no compartieron mucho en vida, tan solo la aparente venganza de los acusados y una macabra ejecución.

Ciro Monge Mena, de 39 años, era un finquero de Siquirres y, además, estaba vinculado con el narcotráfico de la zona. Supuestamente, los policías acusados le seguían la pista.Monge Mena desapareció el 27 de julio de 1994, en las cercanías de su finca en Río Hondo, en ese cantón limonense.

Su vehículo fue hallado dos días después en un acantilado cerca del puente sobre el Río Sucio y, finalmente, el 31 del mismo mes su cuerpo sin cabeza ni manos fue hallado en un barranco a seis kilómetros del túnel Zurquí.

Fuente: Centro de Documentación de La Nación.

Johnny Quesada Vargas, alias 41, deambulaba por las calles de Siquirres, Limón. Aunque no se le vincula con el narcotráfico, supuestamente era adicto al crack y la marihuana, según informes del OIJ.A principios de mayo del año anterior, 41 desapareció misteriosamente luego de que fue detenido por los agentes y llevado a la sede del OIJ en Siquirres. Según un testigo conocido como Memín, a 41 lo golpearon violentamente y luego le dispararon. Su cuerpo, sin cabeza y sin una mano, apareció junto al de Ciro Monge --el 31 de julio de 1994--.