La ex-Miss Costa Rica (2002), Merylin Villalta Castro (32 años de edad), fue detenida el sábado en la noche por conducir su vehículo bajo los efectos del licor.
La Policía de Tránsito detuvo a a la mujer ese día, hacia las 7 p. m., en las cercanías del club privado Once Tigres en el barrio El Molino de Cartago, tras haber chocado otro vehículo en la zona.
Según confirmó el oficial del Tránsito, José Solano, luego de que se le realizó la prueba de aliento a la exreina de belleza, el resultado fue de 1,39 gramos de alcohol, lo cual es delito.
De acuerdo con lo establecido por la Ley de Tránsito, lo máximo permitido de alcohol en sangre es 0,50 gramos; sin embargo, si la concentración por cada litro de sangre es igual o superior a 0,75 gramos, se comete el delito de conducción temeraria.
Así lo establece el artículo 245 bis del Código Penal, que dice: “Se impondrá prisión de uno a tres años, a quien conduzca bajo la influencia de bebidas alcohólicas, cuando la concentración de alcohol en la sangre sea mayor a cero coma setenta y cinco (0,75), gramos de alcohol por cada litro de sangre. Al conductor reincidente se le impondrá una pena de prisión de dos a ocho años”.
La Ley permite que un juez pueda sustituir la pena de cárcel por una medida alternativa de prestación de servicio de utilidad pública entre 200 y 950 horas.
Noche en celda. Nils Ching, director regional de la Fuerza Pública de Cartago, aseguró a La Nación que Villalta pasó la noche en una celda policial.
Según el reporte que ingresó a la Fuerza Pública, la exreina manejaba su auto Nissan Tida, placa 851388, cuando se produjo el percance, por lo que fue abordada por el oficial de Tránsito.
La mujer, quien es vecina de Villas de Lomas de Ayarco en Sánchez de Curridabat, fue trasladada ayer a las diez de la mañana, en una perrera, hasta los Tribunales de Justicia de Cartago.
Allí, la Policía de Tránsito presentó un informe al Ministerio Público para procesar a la mujer por conducción temeraria.
Según detalló José Solano, el vehículo Nissan Tida fue llevado a los patios de la Policía de Tránsito en Cartago.