“Esa fue la última vez que le di un beso y un abrazo a mi papá”, relató el hijo menor –de 12 años– de Luis Gerardo Jiménez Campos, al recordar el momento antes de que su padre se fuera a trabajar el pasado jueves.
Jiménez, de 64 años, fue asesinado anteanoche al recibir un balazo en el ojo derecho durante un asalto en su lugar de trabajo.
La víctima administraba la Heladería Díaz, en San Francisco de Dos Ríos, San José.
Según comentó Ramón Navarrete, oficial de la Fuerza Pública, ese día, hacia las 9:30 p. m., tres individuos ingresaron armados con escopetas en la Heladería, ubicada frente al Motel Paraíso.
Los hombres, tras amordazar a los agentes de seguridad, se enfrentaron con Jiménez para robar el dinero de la empresa, y le propinaron un balazo en el ojo.
Las autoridades desconocen el monto de lo sustraído, pero se cree que fue una cantidad importante, ya que Jiménez se encargaba de recoger el dinero trasladado por camiones de la empresa durante el día.
Cuando la Cruz Roja llegó al lugar del hecho, encontraron a la víctima con un disparo en el ojo derecho que le destrozó el rostro. De inmediato, fue trasladado, aún con vida, al Hospital Calderón Guardia en condición delicada.
Según manifestó el cruzrojista Manuel Miranda, la víctima falleció en el centro hospitalario esa misma noche, debido a las graves heridas que tenía en las vías nasales y parte del cerebro.
Impactante. Jiménez era padre de cuatro hijos y tenía cinco nietos. Su familia expresó que todavía no pueden creer lo sucedido.
“Él era una persona muy especial para nosotros. Siempre fue un buen padre con sus hijos y tenía muy buena relación con ellos.
“Todo esto me desubica, pues no logro entender qué fue lo que pasó realmente. Él era un ser humano, y se le terminó la vida trágicamente”, comentó Elbi Gutiérrez, esposa del fallecido.
“Cuando nos avisaron que estaba herido, apenas nos dio tiempo de llegar al hospital. Aunque tenía muerte neurológica, nosotros nos despedimos de él y murió”, agregó Gutiérrez
Por su parte, Norman Jiménez, el hijo mayor de la víctima, señaló que la forma en que ocurrió el asalto en la heladería fue muy extraña y violenta, lo cual le genera inquietud.
“Según nos dijo el Organismo de Investigación Judicial, había dos guardas amordazados frente al edificio, y los sujetos ingresaron por detrás. Esto me parece extraño. No estoy juzgando a nadie con esto, pero estoy preocupado por la situación”, afirmó.
La Nación intentó consultar con el gerente general de la heladería, Pablo Brenes, para conocer más detalles de lo ocurrido, pero se nos informó de que estaba realizando gestiones relacionadas con el asalto.