Pococí (Redacción). Una mujer de 30 años, identificada como Marisela Bermúdez Cascante, murió anoche a las 11 p. m. a manos de su compañero sentimental, después de una fuerte discusión.
El hecho ocurrió en las instalaciones de la finca bananera Casas Verdes, de la compañía Del Monte en Cariari de Pococí, a solo 15 minutos del muelle que comunica con la Barra del Tortuguero.
Al parecer la molestia del sospechoso, apellidado De la O, llegó a su límite cuando discutió con su compañera por varios minutos, para después asesinarla de unas 20 puñaladas con un cuchillo de cocina.
Una vez realizado el macabro asesinato, el sujeto tocó a la puerta de sus vecinos para que dieran parte a las autoridades.
Según Marcial Brenes, quien vive en una de las casas de la Compañía, el sospechoso, de 40 años, tenía más de una hora de discutir con su compañera.
Brenes explicó que estaban en la casa jugando play cuando llegó el sospechoso manifestando que creía haber asesinado a su compañera y que fuera a ver.
“Fui al sitio y confirmé que estaba fallecida, no respiraba y tenía un puñal de cocina incrustado en su pecho”, recordó.
Según varios vecinos, el hombre aseguraba que su compañera lo obligaba a comprar artículos de alto valor. “La semana anterior, el sospechoso habría informado a una vecina que mataría su compañera, ya que ella lo utilizaba en sus caprichos”, finalizó Brenes.
Cuando la policía llegó al sitio, el sujeto estaba bañado en sangre y no opuso resistencia.
La mujer era madre de una menor de seis meses, quien no estaba en el sitio por estar con la abuela materna, debido a los constantes problemas que sufría la pareja.
El hombre y la mujer tenían más de un año de vivir en las casas de la finca bananera, porque el sospechoso trabajaba como cortador de racimos.
Al sitio llegaron agentes del OIJ de Guápiles, quienes se encargaron de la investigación y levantamiento del cuerpo que fue a las 3:50 de esta madrugada.
La víctima presentaba las puñaladas en su abdomen, pecho, cuello y espalda.
Tras una revisión a la casa de la pareja el OIJ encontró un rastro de sangre que dejó el agresor, después de intentar lavar la sangre de su cuerpo.