El Gobierno de los Estados Unidos donó a nuestro país $2 millones (unos ¢1.020 millones) para construir, en la carretera Interamericana Sur, un puesto policial clave en la lucha contra el tráfico de drogas, el coyotaje y el contrabando de mercadería.
Dicho aporte se concreta dos años después de que las autoridades ticas clausuraran la vieja estación de control, ubicada en el kilómetro 37 de la misma vía , en Río Claro de Golfito, que funcionaba en un rancho de latas de zinc montadas sobre horcones, sin agua, servicios sanitarios ni celdas.
Anne Andrew, embajadora de Estados Unidos en Costa Rica, visitó el puesto del kilómetro 37 en junio del 2010. En esa ocasión, la diplomática pensó que se trataba de una parada de autobuses.
Durante su visita, Andrew anunció que revisaría la posibilidad de cooperación para optimizar el trabajo policial en el punto.
La nueva estación se construirá en el kilómetro 35, donde opera la estación de pesaje del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), en un terreno de 5.000 metros cuadrados.
En los últimos dos años, la Policía ha instalado retenes móviles en ese sitio, considerado el más estratégico porque allí convergen –como un embudo– las carreteras Interamericana Sur y Costanera, así como varios caminos secundarios.
El 23 de junio pasado, la Fuerza Pública decomisó en ese punto un cargamento ilegal de 10 cajas de licor y cuatro de cosméticos, las cuales formaban parte de un contrabando tipo “hormiga”.
Mario Zamora, ministro de Seguridad, consideró importante la reapertura del local pues, según dijo, en la frontera con Panamá existen múltiples rutas clandestinas de acceso a nuestro país y que es imposible poner un puesto policial en cada una.
Zamora comentó que este segundo anillo de seguridad (además de la frontera con Panamá, en Paso Canoas) permitirá unir los distintos puestos de Policía en un mismo escenario operacional de trabajo.
Policía integrada. Mauricio Boraschi, comisionado nacional antidrogas, puntualizó que el nuevo puesto integrará los servicios de la Fiscalía con los de las policías de Tránsito, Migración, Control de Drogas y Fuerza Pública.
“Es una estación de inspección de transporte terrestre. La idea es que haya presencia policial constante, que permita atender cualquier tipo de situación”, indicó.
Boraschi dijo que aún están pendientes los resultados de estudios de suelos, los cuales son realizados por una empresa contratada por la Embajada de Estados Unidos, así como la aprobación de los planos.
El nuevo puesto incluirá un área de servicios sanitarios, comedores, dormitorios para los funcionarios y celdas, entre otros espacios. Los protocolos de operación y funcionamiento de la estación aún están por definirse.
Boraschi afirmó que este proyecto es el primero en su naturaleza que se construirá en Centroamérica, pero no detalló cuándo entrará a funcionar.