Grecia. El ataque con ácido que sufrió una educadora el 23 de noviembre del 2011 ocurrió luego de que ella demandó a un individuo para que le pagara ¢200.000 de pensión alimentaria para su hijo
El dato lo hizo público ayer el fiscal Marco Mora Dittel al iniciar el juicio en el que se juzga a la empresaria Arelis del Socorro López López, de 33 años, por esa agresión, por lo cual se le atribuye el delito de tentativa de homicidio calificado,
El ataque ocurrió cerca de la Escuela de Santa Gertrudis Sur de Grecia en perjuicio de la educadora Ana Ligia Solís Chaves. El juicio, que se realiza en los Tribunales de Justicia de Grecia, terminará el martes de la próxima semana.
Acusación. El representante del ente acusador del Estado dijo que los hechos se iniciaron cuando, a mediados de junio del 2011, Solís se presentó al Juzgado Contravencional de Poás, Alajuela, y demandó a un empresario de apellido Elizondo para que le pagara la pensión por el hijo de 9 años que tuvo la pareja.
Tras esa acción judicial, el 6 de octubre del 2011, según la Fiscalía, Arelis López acompañada de dos sujetos interceptaron a Solís cuando salió de la casa para dirigirse a la escuela, y la golpearon. En esa ocasión, dijo el fiscal Mora, López le dijo a Solís que tenía que quitar la demanda de pensión a Elizondo. En ese momento López y Elizondo eran compañeros sentimentales.
La víctima, dijo Mora, fue al Juzgado Contravencional de Poás e interpuso una denuncia contra López por el delito de amenazas.
Según la acusación fiscal, el 13 de octubre del 2011, el Juzgado Contravencional notificó a Elizondo que debía pagar la pensión a Solís por un monto de ¢200.000 al mes.
Luego de esa resolución, según la Fiscalía, López contrató a un sujeto y, de manera conjunta, la mañana del 23 de noviembre le lanzaron ácido sulfúrico a Solís.
La educadora sufrió quemaduras en un 40% del cuerpo y desde entonces ha permanecido incapacidad, además de que se mantiene muy aislada.
Al comenzar el debate, Arelis López se abstuvo de declarar, mientras que Ana Ligia Solís brindó un testimonio de poco más de tres horas, y que el Tribunal de Juicio declaró como privado.
Empero, tanto Roy Ching (defensor de López) como Grigory Chaves (representante de la víctima) dijeron que, en la sala, Solís identificó a la imputada como la persona que le lanzó el químico.