Después de un sismo fuerte, revise si su casa sufrió daños importantes

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

San José (Redacción). Un sismo de de 7,6 grados sacudió esta mañana el país, con un epicentro a 8 km. al noreste de Sámara, en Guanacaste.

Aunque apenas se hace el inventario de daños, se presume que puentes, viviendas y edificios ubicados en las cercanías resultaron afectados.

En el 2009, especialistas consultados por La Nación tras el terremoto de Cinchona, dieron algunos consejos para tomar en cuenta en estos casos.

De seguido, algunos de ellos.

Según los expertos, tras un sismo se pueden originar algunos de los desperfectos en estructuras como la aparición de grietas, separación de paredes y exposición de varillas en zonas cercanas al epicentro y también en zonas lejanas. Esto es importante tenerlo presente porque podrían estar dejando la construcción en un estado de riesgo ante otro posible movimiento telúrico.

En el 2009, Olman Vargas, del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), aconsejó a las familias inspeccionar las viviendas en las que se sintió el movimiento.

“Estos fenómenos pueden servir como señal de alerta para revisar las casas y tratar de encontrar zonas que requieran atención”, indicó.

Por su parte, el experto Rolando Fournier, colaborador del Centro de Investigaciones en Vivienda y Construcción (Civco) durante el 2009, explicó que la revisión debe abarcar los elementos estructurales del inmueble, los acabados, los sistemas de electricidad y agua.

El ingeniero explicó que la revisión tiene como objetivo detectar la presencia de daños graves que puedan poner en riesgo la seguridad del inmueble y de sus habitantes.

Los especialistas aconsejan iniciar la inspección por los elementos estructurales del inmueble. Se trata de las columnas, las vigas y los cimientos de la obra, los cuales son vitales darle soporte a la casa.

“Las familias deben estar alertas ante cualquier daño que se genere en dichas áreas, ya que podría existir el riesgo de que la estructura colapse si se genera otro sismo”, indicó Fournier.

Al revisar el inmueble se debe prestar atención a las esquinas superiores e inferiores de las paredes para cerciorarse de que no se generó una exposición de varillas, es decir que el material de concreto se desprende y cae al suelo.

Esto ocurre cuando en el proceso constructivo no se emplea suficiente varilla, o cuando las varillas no están bien unidas.

Fournier explicó que la solución de este tipo de daño dependerá mucho de la situación específica de la vivienda.

En algunos casos, indica el ingeniero, se necesitará reforzar la estructura con una viga, mientras que en otros se requiere colocar un tipo de concreto especial.

Las personas también deben examinar las esquinas de la vivienda para detectar si el temblor hizo que las paredes se separaran.

Vargas explicó que este daño puede ser consecuencia de la falta de columnas o vigas que brinden un soporte adecuado para resistir al sismo.

Otra de las consecuencias del temblor puede ser el agrietamiento de las paredes de la vivienda.

“Esta situación se genera debido a que el concreto es un material muy rígido, el cual puede verse afectado por el movimiento”, explicó Fournier.

Las personas deben analizar el tipo de grietas que aparecen en las paredes de la vivienda. En algunos casos, se presentan fisuras superficiales en el repello que son muy delgadas y pequeñas.

Sin embargo, se debe prestar aún más atención a las grietas longitudinales o transversales que midan un centímetro o más.

¿Y los acabados? La inspección de la vivienda no se debe limitar únicamente a las estructuras mayores de la vivienda. Los especialistas también aconsejan revisar si los detalles de acabado del inmueble sufrieron algún daño en el sismo.

Además, le ayudarán a evitar que los habitantes se lesionen con los desperfectos.

Por ejemplo, si algunas partes del cielo raso están sueltas se convierten en un peligro potencial ya que podrían caer sobre la cabeza de una persona.

Uno de los principales daños causados durante el sismo es el desprendimiento parcial o total del repello de la pared.

La caída del material no es señal, necesariamente, de que la vivienda tenga un problema en su estructura.

No obstante, Fournier alertó a los propietarios para que revisen el inmueble y determinen la cantidad de material que se despegó.

En caso de que la zona afectada sea muy pequeña, el ingeniero aconseja repellarla de nuevo para mejorar la apariencia de la pared.

Vargas explicó que si los desprendimientos son más grandes, quizás sean el reflejo de otro tipo de problema.

“Cuando se cae todo el repello de una pared esto quiere decir que el producto que se utilizó no fue muy bueno”, añadió el jerarca.

En estos casos, se aconseja buscar la asesoría de un profesional de construcción para que revise toda la superficie y luego brinde sus recomendaciones según sea el caso.

Los pisos son otro de los elementos que puede dañarse durante un movimiento sísmico. En algunos casos se observan grietas, losetas quebradas o incluso partes del suelo hundidas.

Los especialistas indicaron que este tipo de desperfecto no solo daña la estética de la propiedad, sino que puede ser síntoma de un problema aun más grande.

“Muchas veces la cerámica del piso se quiebra cuando la propiedad se construyó sobre un relleno que no está bien compactado, así que las fuerzas que genera el sismo agrietan el piso”, añadió Vargas.

En estos casos el profesional contratado deberá realizar una para que inspección más detallada de la estructura que resultó dañada. Luego de inspeccionarlo deberá indicarle al propietario si el piso debe de ser cambiado, o si más bien se necesita reforzar la obra.

A la hora de inspeccionar la vivienda también se deben revisar con las ventanas para descartar la ruptura de vidrios, así como examinar el cielo raso del inmueble, en especial si se observan partes a punto de caer, ya que podrían lesionar a los habitantes si se desprenden por completo.

Fournier también destacó que los sismos pueden afectar las estructuras de la casa impidiendo que las estructuras abran o cierren de forma adecuada.

A su criterio, esta problemática se observa con frecuencia en las estructuras de madera que se “descuadran” con el movimiento.

Sin embargo, Vargas también alertó al público de que muchas veces esta situación es producto de que la vivienda se haya construido sobre un relleno mal compactado y que el movimiento sísmico generara un deslizamiento o asentamiento del terreno, lo cual afecta a las puertas de la casa.

También se deben tener en cuenta las fallas en servicios. Cuando se produce un temblor fuerte existe la posibilidad de que los sistemas de electricidad y agua sufran desperfectos.

Por eso, los especialistas aconsejan realizar una inspección general para ver si los servicios públicos están funcionan bien.

“Los temblores pueden generar rupturas en las tuberías producto del esfuerzo mayor al que son sometidas. Por eso, se deben revisar los sistemas de agua y buscar posibles fugas que evidencien esta problemática”, añadió Fournier.

En cuanto a los sistemas eléctricos, se recomienda que las personas se aseguren de que los tomacorrientes funcionan bien o si las lámparas se apagan de forma regular.

Vargas explicó que si las familias detectan algún daño de gran magnitud en su vivienda, la principal recomendación es contratar a un profesional para que estudie su caso de forma particular y le indique cómo se puede mejorar esta situación.

El jerarca recomendó a contratar a un arquitecto o ingeniero que forme parte del CFIA, ya que de lo contrario no cuenta con la potestad legal para ejercer.

Para ello puede visitar el sitio web de la institución donde aparece el listado de colegiados.

La inspección de una vivienda mediana puede durar un lapso de tres horas.