Temblor de 5,6 sentido este miércoles en todo el territorio ocurrió a 157 km de profundidad

Experta dice que a más de 100 kilómetros de profundidad las ondas viajan más fácilmente que en sismos superficiales

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En las zonas fronterizas de nuestro país es común que ocurran sismos de forma regular, pero rara vez se perciben más allá de las poblaciones cercanas al epicentro. Sin embargo, este miércoles a las 3:21 p. m., se produjo una excepción, cuando en las siete provincias se reportaron sensaciones del temblor de magnitud 5,6, ocurrido a 22 km al este de La Cruz, Guanacaste, cantón fronterizo con Nicaragua.

La particularidad radica en que los sismos de esa magnitud a 157 km de profundidad son bastante inusuales. Este evento del miércoles es el más fuerte registrado hasta el momento en el año, superando al de 4,8 ocurrido en febrero en Pérez Zeledón.

Ivonne Arroyo, experta de la Red Sismológica Nacional (RSN), señaló que en las redes sociales tienen informes de que el temblor fue percibido con fuerza en Guanacaste y de manera moderada a fuerte en todo el Valle Central. También en varias áreas de Limón se sintió, aunque de manera más leve.

Arroyo explicó que a 157 kilómetros de profundidad, la energía se conserva más que en un sismo superficial, ya que cerca de la superficie terrestre, la energía de las ondas se disipa con mayor rapidez. Por lo tanto, las ondas pudieron extenderse por toda la geografía.

Además, mencionó que hasta el momento no se han registrado réplicas, lo cual es bastante inusual en sismos de esta naturaleza, ya que a esa profundidad la presión es muy alta y las rocas quedan más confinadas.

En cuanto al origen del sismo, también difiere de los que estamos acostumbrados a sentir, ya que la mayoría son resultado de fallas locales en la corteza terrestre o de la subducción de la placa del Coco debajo de la Caribe o de la microplaca de Panamá. En este caso, fue causado por una fractura dentro de la placa del Coco.

Consultada sobre por qué ocurren sismos tan profundos, la experta mencionó que existen varias hipótesis y ninguna ha sido plenamente aceptada por la comunidad científica. Se habla de la reactivación de fallas muy antiguas que se han ido formando desde la creación de la placa. En el caso de la placa del Coco, por ejemplo, se formó en el Pacífico y se desplazó gradualmente hasta sumergirse bajo Centroamérica y parte de México. A lo largo de ese recorrido, hay fracturas y tensiones que, presumiblemente, a esa gran profundidad, pueden reactivarse y generar un sismo.

Otra hipótesis sugiere que los sismos profundos pueden surgir debido a la deshidratación del agua incorporada en esas enormes masas rocosas.

La experta añadió que no hay ninguna relación o asociación entre este temblor y el terremoto de Sámara de 2012, que ocurrió a solo 15 km de profundidad debido a la subducción de la placa del Coco bajo la Caribe.

Desde que existen registros históricos en Costa Rica, cerca de esa zona solo se tiene constancia del terremoto de Papagayo de 1916, con una magnitud de 7. Los estudios posteriores indican que este evento fue causado por la interacción entre placas, es decir, diferente a lo ocurrido este miércoles.

Dado que el reciente sismo ocurrió a más de 150 kilómetros del Valle Central, la aplicación del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) detectó la onda primaria con suficiente antelación y emitió una alerta a través de los teléfonos celulares. En algunos casos, la alerta se recibió hasta 20 segundos antes del sismo, lo cual es posible solo cuando el epicentro está lejos del Valle Central. Cuando los sismos ocurren en regiones más cercanas, como Pérez Zeledón, Quepos o Garabito, la alerta llega con menos tiempo.