Los informes sobre temblores ocurridos en enero emitidos por la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Obsevatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) atribuyen a fallas asociadas a volcanes y al proceso de subducción de placas la mayoría de movimientos telúricos.
La cantidad de sismos registrados depende de cantidad de estaciones instaladas, por lo que es una cifra muy susceptible a sesgos y lo mismo ocurre con los temblores reportados como sentidos, pues eso depende de la cercanía de poblados al punto del epicentro, así como la disponibilidad de recursos tecnológicos que tiene la gente a mano para reportar como sentido un sismo, entre otras cosas.
Por lo anterior, el Ovsicori, que tiene una red más amplia del país registró 365 sismos en enero, mientras que la RSN detectó 209. Pese a ello, la RSN tiene la mayoría de reportes en cuanto a los temblores que fueron sentidos por la población (12) mientras que al Ovsicori solo reportaron ocho.
Más allá de la cantidad y de las magnitudes de los temblores más fuertes, que también varían entre esas dos instituciones, ambas coinciden en que hay puntos en tierra firme y bajo el mar que generan mucha sismicidad.
Para la RSN, de los 12 sismos sentidos durante enero, la mayoría (8) ocurrieron debido al proceso de subducción de la placa del Coco bajo la placa Caribe y los otros cuatro se relacionan con el fallamiento local.
Por su parte, el informe del Ovsicori, afirma que del total de temblores de enero, la mayoría ocurrió en las cercanías de los volcanes Irazú y Turrialba, así como también a lo largo de fallas locales activas en el Valle Central y a lo largo del Pacífico central del continente, debido al proceso de subducción de la placa del Coco por debajo de la microplaca de Panamá.
Ambas entidades coinciden en que el sismo de mayor magnitud dentro del territorio nacional fue el del jueves 31 a las 7:13 a. m. con una magnitud de 5 para el Ovsicori y de 5,4 para la RSN. Se originó 30 kilómetros al suroeste de Bahía Ballena y fue por subducción de la placa del Coco por debajo de la microplaca de Panamá.