Una ruptura en el fondo del lago caliente del volcán Poás provocó, el martes anterior, la erupción freática que alcanzó una altura de 300 metros.
El dato lo dieron a conocer ayer vulcanólogos de la Red Sismológica Nacional (RSN), luego de una inspección, que les llevó cerca de seis horas.
Raúl Mora Amador, uno de los especialistas, dijo que por el ducto abierto emanó una gran cantidad de partículas de azufre, que se observaron flotando en la laguna.
El vulcanólogo Mora no descarta que en los próximos días se presenten nuevas erupciones, incluso mencionó que, ayer en la mañana, se produjo otra que fue calificada como pequeña (alcanzó menos de 50 metros de altura).
El experto dijo que luego de recoger muestras, junto a Gino González y Carlos Ramírez, determinaron que el nivel de la laguna descendió unos 60 centímetros, al compararla con la anterior medición realizada el 13 de febrero. Agregó que el lago tiene todavía unos 10 metros de profundidad.
Esa disminución es atribuida a la ausencia de lluvias, mayor evaporación generada por la entrada de gases magmáticos de mayor temperatura debajo del lago y al aumento de temperatura en el domo.
Respecto a las temperaturas, Mora dijo que son similares a las obtenidas el 13 de febrero.
En cuanto a las piscinas de azufre que están en las profundidades del cráter, comentó que es un fenómeno poco frecuente y se ha visto en lagos ácidos que hay en Argentina, Indonesia, Japón y Rusia, entre otros lugares.