El volcán Rincón de la Vieja generó a las 10:20 a. m. de este viernes una erupción que lanzó agua, rocas y lodo a una altura de 300 metros desde el borde del cráter.
La columna de vapor llegó más alto y alcanzó un kilómetro de altura. Fue captada por las cámaras de observación remota y por lugareños. Otras erupciones previas ocurrieron a las 5:38, 6:40, 7 y 7:52 a. m.
De acuerdo con el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), la de las 10:20 a. m .fue la más fuerte del periodo matutino.
La próxima semana se realizará una reunión del Comité Asesor Técnico (CAT), con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para analizar el nuevo ciclo de actividad volcánica.
Los científicos llevarán los resultados de pruebas de laboratorio hechas a cenizas recogidas en las últimas erupciones, para determinar si existe magma juvenil presente y su proporción. También analizarán la deformación del macizo y su sismicidad.
El coloso está situado a 1916 metros sobre el nivel del mar. Desde marzo retomó un ciclo eruptivo que lo caracteriza como el volcán más activo del país en la actualidad.
Javier Pacheco, vulcanólogo, informó de que en la erupción de las 10:20 a. m. la mayoría del agua, rocas y lodo de la laguna se elevó en forma vertical y volvió a caer al cráter, por lo que no se han registrado lahares o corrientes de material que en erupciones anteriores han bajado por la ladera norte.
Aunque la mayoría de las exhalaciones han durado entre ocho y quince segundos, la más fuerte de este viernes fue de dos minutos.
Al liberarse energía cratérica, la presión interna y la actividad sísmica bajan. El volcán sigue con tremores o pequeños sismos, pero menos continuos.
“Por ahora vemos frecuentes erupciones pequeñas y exhalaciones de gas y vapor que varían cada día entre cinco y quince.
Enigmático
Ese volcán es uno de los cráteres más desconocidos por el difícil acceso, la profundidad y el clima que mayoritariamente prevalece nublado.
Pacheco explicó que al desgasificarse el magma en lo profundo, se genera gas que sube hasta un cierto nivel debajo del lago y se acumula ahí. Cuando la presión subterránea supera la que ejercen la laguna y rocas sobre el piso, las burbujas de gas salen y arrastran el piso de la laguna, lanzando el sedimento hacia la superficie en forma de erupción.
Pacheco llamó a los vecinos a no acercarse a los ríos, pues una actividad fuerte podría generar corrientes por las quebradas cercanas, que en cuestión de 15 minutos llegarían a poblaciones como Buenos Aires, Gavilán, Aguas Claras y otras de Upala.
Recordó que en la década de los 90, esas corrientes arrasaron hasta con los puentes de algunos ríos.
El Ovsicori se mantiene vigilante de la actividad.