Una piedra de casi dos metros de diámetro, que cayó del cerro conocido como La Mona, atravesó una casa y estuvo a punto de sepultar a seis miembros de una familia en Caldera de Esparza.
Las lluvias de los últimos días aflojaron el material en la loma de unos 120 metros de altura y varias piedras rodaron hasta un poblado, ubicado 200 metros al este de la marisquería Mar Azul.
El deslizamiento de material ocurrió el jueves a las 6:45 a. m. y una roca ingresó por detrás de la vivienda de la familia Trejos Aguilar y destruyó todo a su paso.
La familia está conformada por seis personas, entre ellos cuatro menores cuyas edades van de 2 a 12 años.
A esa hora todos dormían, ya que los menores están en vacaciones. Según Christian Trejos, de 45 años y padre de familia, eso fue lo que los salvó, ya que en tiempo de clases a esa hora siempre están desayunando en el comedor por donde pasó la mole que destruyó la casa.
La roca dañó la cocina, la sala, el comedor, el baño y uno de los cuartos donde dormía Kiara de 10 años y Abraham de 7, los cuales resultaron ilesos.
Otras cuatro rocas grandes se vinieron juntas, algunos árboles de cenízaro cedieron a su paso y otros las desviaron, pero la que llegó a la casa de los Trejos entró con gran impulso y atravesó las paredes de block y las divisiones internas.
Drama
"La piedra quedó entre la cama en que dormían dos de mis hijos y la de nosotros, la división de fibrolit quedó destrozada", dijo Trejos.
"Oímos un estruendo grandísimo y después de que pasó todo vimos que por dicha nadie resultó herido, pero ahora nos quedamos sin casa, porque el Ministerio de Salud la declaró inhabitable", dijo.
La familia se fue a vivir a la vivienda de la madre de Christian Trejos, mientras consiguen una propiedad de alquiler, cuyo monto cubrirá el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) durante tres meses.
Trejos afirmó que no sabe cómo van a hacer después, ya que sus hijos estudian gracias a las becas que reciben y él fue operado de la cadera y tiene una pensión por invalidez de solo ¢132.000 mensuales.
Frente a Mata de Limón hay una pared vertical muy fisurada y constantemente se dan caídas de bloques, lo que pasa es que hacia este sector hay unas 12 casas, muy cerca de la base, explicó Blas Sánchez, de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Detalló que las lluvias produjeron el deslizamiento de un bloque grande de la pared del cerro y otro más pequeño se vino en caída libre y una de las piedras irrumpió en la vivienda.
Otra piedra de tres metros de diámetro quedó a unos 20 metros en línea recta de otra casa, dijo Sánchez.
Advirtió que arriba quedaron árboles inclinados y otros que las rocas arrancaron.
La CNE ha hecho varios informes que remitieron a la Municipalidad de Esparza y han recomendado la reubicación de las familias, debido a que la amenaza es alta y la caída de bloques es constante.
Este jueves llegó al sitio Esteban Aguilar, de gestión de ordenamiento territorial del municipio.
Se trata de un asentamiento informal, las casas están dentro de la zona marítimo terrestre desde hace años y no cuentan con permisos de construcción, ni catastros. Los mismos dueños las han modificado y reparado, pero son informales, dijo Sánchez.
Advirtió de que falta la parte más intensa de la época lluviosa y se trata de una zona sísmica, por lo que la CNE realizó un sobrevuelo con un dron y emitirá un nuevo informe.
Para los vecinos de esta comunidad lo ocurrido aumenta el temor de que otras rocas se deslicen.